¿Qué pasó el 2 de octubre de 1968 en México y por qué no debemos olvidarlo?

2 de octubre de 1968

"No se tolerará ni perdón ni olvido" es un lema muy popular que forma parte de la historia de nuestro país, ya que está relacionado con un suceso que ha dejado una gran cicatriz en la historia de México.

Las manifestaciones populares que enaltecen la lucha de los estudiantes y rememoran la tragedia de los inocentes caídos el 2 de octubre son muy significativas para algunos, aunque hay quienes todavía desconocen por qué esta fecha tiene una gran importancia cultural en México.

En nuestras lecciones nos inculcan la frase "2 de octubre no se olvida", pero ¿sabemos en realidad qué aconteció ese día y la razón por la que no debemos permitir que se esfume de la memoria colectiva? En esta oportunidad, en MILENIO te vamos a brindar más detalles acerca del asesinato de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco.

Para entender mejor la situación, es necesario conocer algunos antecedentes.

En 1968, México dio un gran paso al frente para demostrar que la modernidad, la decencia y la historia se unían para crear una sociedad digna de ser reconocida a nivel mundial.

A pesar de los diversos movimientos de trabajadores y estudiantes que inundaban las ciudades culturales más importantes del mundo, el mandato de Gustavo Díaz Ordaz se destacó por ser un periodo de seis años en el que "el respeto al orden y la moralidad eran valores fundamentales para la sociedad mexicana".

En el año 1968, la Ciudad de México obtuvo la oportunidad de alojar los Juegos Olímpicos por primera vez en América después de haber presentado una solicitud al Comité Olímpico Internacional (COI) ocho años antes. Compitió contra Buenos Aires, Detroit y Lyon.

¿Qué imprevistos podrían ocurrir en uno de los eventos deportivos más significativos a nivel global? La solución empieza a fraguarse en julio del mismo año debido a una serie de choques entre estudiantes de las Vocacionales 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la preparatoria Isaac Ochoterena, que forma parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el 22 y el 23 de julio de 1968.

Hace 55 años ocurrió la masacre de Tlatelolco.

El gobierno atraviesa un período difícil durante los meses de julio y septiembre.

Debido a los disturbios que se desencadenaron y al modo brusco en que la policía sofocó estos primeros enfrentamientos, durante los días 26 al 29 de julio de 1968, diversas instituciones educativas decidieron cesar sus actividades, lo que obligó a los granaderos a ocupar las instalaciones escolares. A fin de mes, varias escuelas de educación media superior y técnica ya contaban con la presencia de las fuerzas armadas en su interior.

Entre agosto y septiembre, era común ver marchas entre las diferentes facultades de Ciudad Universitaria y las principales vías de la capital. Ante esto, el gobierno emitió órdenes de detención para los líderes estudiantiles y el Ejército Mexicano se desplegó en las calles para prevenir posibles actos violentos en las manifestaciones.

El 13 de septiembre, tuvo lugar la Marcha del silencio. Fue una manifestación estudiantil que consistió en una caminata usando un pañuelo cubriendo sus bocas. La protesta se llevó a cabo para denunciar el desalojo violento de sus compañeros que se encontraban en el Zócalo de la Ciudad de México. El recorrido inició cerca del Museo Nacional de Antropología y finalizó frente al Palacio Nacional como respuesta al Cuarto Informe de Gobierno de Díaz Ordáz y su desprecio hacia las peticiones de los estudiantes.

En conmemoración al Día de la Independencia (15 de septiembre), se llevó a cabo una ceremonia en Ciudad Universitaria que provocó el enojo de Díaz Ordáz, quien ordenó a militares del Ejército Mexicano tomar control de las instalaciones universitarias.

De igual modo, las fuerzas armadas se apoderan de las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional, las cuales habían sido desocupadas a principios del mes de octubre.

El día 2 de octubre, una multitud de individuos se congregó en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco con el propósito de participar en una manifestación pacífica organizada por el Consejo Nacional de Huelga, y fueron monitoreados por miembros del Ejército Mexicano debido al riesgo de un ataque a la Torre de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Se debe resaltar que los agentes enviados por las autoridades recibieron el respaldo de un par de helicópteros que supervisaban el área. Asimismo, fue durante ese momento cuando los integrantes de la Brigada Olimpia se introdujeron en la protesta disfrazados de particulares con una prenda blanca en la mano izquierda como distintivo.

A las 17:55 horas, dos bengalas rojas fueron encendidas. Diez minutos después, a las 18:10 horas, los francotiradores en el edificio Chihuahua avistaron un helicóptero lanzando una bengala roja y una verde. Esta señal marcó el inicio de los eventos más terribles de una manifestación pacífica. Los elementos presentes en el lugar abrieron fuego, confundiendo a los militares que se encontraban debajo, haciéndoles creer que los estudiantes los habían atacado.

Estos tiros dieron lugar a una de las peores masacres de la historia reciente y una que dejó una marca en la historia de la ciudad.

Varios de los presentes intentaron abandonar el sitio, mientras que algunos se refugiaron dentro de las viviendas de los residentes, sin embargo, los militares continuaron avanzando sin una orden judicial clara, allanando las propiedades para arrestar a los manifestantes, jóvenes y cualquier individuo que aparente ser estudiante.

De forma gradual, la Plaza de las Tres Culturas comenzó a ser ocupada por personas que habían resultado heridas o detenidas, las cuales habían sufrido violencia y despojo de sus prendas. Fueron llevadas a un exconvento cercano a la Iglesia de Santiago-Tlatelolco.

Algunos periodistas presentes también sufrieron esta situación, ya que las autoridades de seguridad decomisaron los rollos y cámaras para evitar cualquier posible filtración de lo ocurrido la noche del 2 de octubre.

La masacre que ocurrió hasta altas horas de la mañana, no se sabe con exactitud cuántas víctimas hubo, pero tuvo repercusión internacional. A pesar de esto, no afectó la realización de los Juegos Olímpicos que se llevarían a cabo en 10 días. El Comité Olímpico Internacional, ubicado temporalmente en el Hotel Camino Real, decidió continuar con el evento deportivo más importante del mundo al aclarar que la violencia no estaba dirigida hacia él.

De Myanmar, La ONU Convoca A Reunión

Después de 1968, el gobierno siguió empleando el sistema judicial para intimidar a periodistas y líderes estudiantiles. Incluso después de los Juegos Olímpicos, que estuvieron marcados por tensiones raciales y sociales, el gobierno continuó negando la brutal masacre en Tlatelolco.

Este episodio de la historia del país es algo que no debe perderse de vista, ya que el grito de "¡2 de octubre no se olvida!" se utiliza anualmente en México como una forma de denunciar la falta de justicia. Cientos de estudiantes recuerdan la trágica noche de Tlatelolco y mantienen viva la memoria de lo sucedido, para evitar que esta tragedia sea olvidada con el tiempo.

Leer más
Noticias similares
Los noticias más populares esta semana