Un juzgado declara la quiebra de Altos Hornos de México
La acerera Altos Hornos de México (AHMSA) ha caído en la quiebra. Después de años de incertidumbre, negociaciones infructuosas con posibles inversionistas internacionales y millonarias deudas pendientes, la empresa ha sido finalmente declarada en quiebra este jueves por un tribunal en la Ciudad de México. El fallo, al que tuvo acceso este periódico, establece que un síndico asumirá el control de la compañía y deberá buscar el máximo provecho de su venta para saldar las deudas con los acreedores. Los pasivos de la firma, ubicada en Monclova, Coahuila, ascienden a aproximadamente 5.000 millones de dólares. AHMSA, que alguna vez fue líder del sector en América Latina, concluye así un proceso de declive que comenzó en 2019, cuando su entonces presidente, Alonso Ancira, fue implicado en el escándalo de sobornos relacionado con la constructora brasileña Odebrecht.
En el fallo del tribunal de la capital se solicita a quien esté a cargo de la administración de la empresa que entregue al síndico el control de los bienes. “Se instruye al síndico para que lleve a cabo la venta de los bienes y derechos que forman parte de la masa, buscando obtener el máximo rendimiento posible por su venta, con el objetivo de saldar las deudas con los acreedores”, menciona el documento. El plazo para la conciliación del concurso mercantil de la empresa había expirado el pasado 4 de agosto; sin embargo, la declaración de la quiebra había quedado en suspenso debido a la paralización de actividades en protesta por la reforma al Poder Judicial.
La compañía enfrentaba un periodo de cinco años en pérdida, abrumada por importantes deudas con el Gobierno, una paralización en sus actividades productivas y la falta de pago a sus acreedores, entre los que se encuentra la empresa estatal Pemex. El inicio de su declive se remonta a 2019, cuando el entonces presidente de la acerera, Alonso Ancira, fue arrestado en España en el marco de una investigación por sobornos a funcionarios de Pemex para que adquirieran, a un precio inflado, la planta de fertilizantes Agronitrogenados. Este escándalo llevó a Ancira a prisión y, tras varios meses tras las rejas, logró su liberación mediante la firma de un acuerdo de compensación a favor de la petrolera por una suma similar a la original de la transacción. Actualmente, AHMSA aún tiene que pagar alrededor de 100 millones de dólares correspondientes a este acuerdo. Aunque la situación es crítica, en su discurso inaugural como presidenta, Claudia Sheinbaum anunció un plan de rescate para la empresa, en beneficio de los miles de trabajadores en Monclova, Coahuila.
La empresa se vio sumida en una abrumadora cantidad de deudas con el Gobierno federal, Pemex, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el fisco mexicano, así como con sus proveedores y empleados. Las dificultades que acumulaba desde hace años la llevaron a enfrentar una crisis financiera, a la que se suma una crisis en su capacidad operativa, ya que durante más de dos años no pudo funcionar, lo que causó un grave deterioro en sus equipos. Las deudas con los trabajadores y exempleados superan los 500 millones de dólares.
En uno de sus últimos esfuerzos por rescatar la compañía, en abril pasado, se dio a conocer que el fondo estadounidense Argentem Creek Partners había comprado la mayor parte de las acciones que poseía Ancira. A pesar de que la empresa llevaba tiempo sin operar y más de 15,000 empleados estaban en paro, todavía se intentó captar inversionistas o vender parte del equipo a competidores como Villacero, Ternium o Arcelor Mittal. Sin embargo, ninguna de estas negociaciones resultó exitosa.
AHMSA fue un referente en América Latina hasta hace aproximadamente diez años. Esta empresa siderúrgica operaba una extensa cadena industrial y de suministros que incluía desde la extracción de carbón hasta la producción de diversos productos de acero. La compañía dispone de dos plantas de siderurgia en la ciudad de Monclova y cuenta con minas de las cuales se extrae carbón metalúrgico, que se transporta en tren a las siderúrgicas y es la materia prima esencial para la industria del acero en el estado. En sus mejores momentos, la empresa llegó a crear más de 30,000 empleos, tanto directos como indirectos, en la región.