Los cuidados influyen en el bienestar social - Gaceta UNAM
Octubre, un mes dedicado a un tema que aún no ha sido democratizado.
La Importancia De La Igualdad En El Desarrollo Humano
Perla Chávez    7 de octubre de 2024
La atención es una necesidad imprescindible para el desarrollo y la integridad de las personas. Aproximadamente, el 50 % de la comunidad académica de la UNAM actúa como cuidador de niños, personas con diversas enfermedades o discapacidades y, en ciertos casos, de adultos mayores. Por esta razón, es fundamental promover la noción de corresponsabilidad en estas tareas, sostiene Rubén Hernández Duarte, director de Políticas de Igualdad y no Discriminación en la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM (CIGU).
No obstante, aclara que el cuidado no ha sido históricamente democratizado en cuanto a quiénes realizan estas tareas, ya que su distribución ha sido desmedida, recayendo en gran medida sobre las mujeres, lo que las coloca en situaciones desiguales que impactan su desarrollo.
"Una de las tácticas más significativas planteadas por los feminismos, movimientos sociales y políticas para lograr igualdad en el ámbito del cuidado es centrar la discusión colectiva en la importancia de la corresponsabilidad, lo que implica que todas las personas, comunidades, gobiernos e instituciones deben involucrarse en estas labores”, señala.
Esto “significa reconocer de qué manera cada individuo y cada situación pueden ayudar a administrarlos, democratizarlos y transformar la percepción que considera a las mujeres como las únicas o principales encargadas del cuidado”.
En el contexto de la UNAM, es fundamental que su comunidad entienda, en primer lugar, que en algún momento, todas las personas han necesitado atención o asistencia particular, ya sea debido a diversas situaciones como vulnerabilidad, enfermedades o discapacidades, entre otras.
Una de las formas iniciales de cambiar el paradigma es a través de la participación activa de los hombres en las labores de cuidados, así como de todos los sectores (económico, social, cultural y educativo) en la valoración de la relevancia de estos cuidados para mantener la vida.
Según Hernández Duarte, a nivel internacional se ha reconocido el cuidado como un derecho humano, lo que significa abordarlo desde una perspectiva tridimensional que toma en cuenta el autocuidado, el derecho de las personas a recibir atención, y la capacidad de brindar cuidados en condiciones de equidad.
Por otro lado, el autocuidado, según el director, se define como la habilidad de disponer de tiempo, recursos y circunstancias que faciliten enfocarse en el bienestar personal. “Esto puede lograrse a través del descanso o la práctica de actividades que ayuden a las personas a alcanzar un equilibrio integral”, señala.
En México, la vida pública pone el enfoque en el empleo remunerado y relegando el autocuidado a un segundo plano. Esta situación da lugar a crisis en la gestión del tiempo y en las relaciones, lo que obstaculiza que las personas encuentren un equilibrio adecuado entre su vida laboral y las actividades de cuidado, ya que estas últimas no se consideran productivas ni tienen un valor económico que sea remunerado.
Por estas razones, para muchas personas en este país resulta difícil encontrar oportunidades o momentos para descansar, divertirse, cuidar su salud mental, realizar actividades físicas, artísticas o culturales, e incluso compartir con amigos o familiares, lo que les permitiría atender su bienestar.
Por lo tanto, concluye Hernández Duarte, "la UNAM tiene que ser un ambiente armonioso que respete la vida de los cuidados, priorizando la dignificación de todas las necesidades y relaciones que se entrelazan en los diversos sectores de la institución educativa, con el objetivo de valorar la existencia de todas las personas involucradas en estas actividades".