La polémica del Boca vs. River: ¿estuvo bien anulado el gol de Milton Giménez?
El superclásico llegaba a su fin y River estaba ganando 1-0 a Boca en la Bombonera. Era el minuto 52 del segundo tiempo. Juan Barinaga creó una jugada espectacular, asistió a Lautaro Blanco, quien, exjugador de Rosario Central, envió un centro al área. Milton Giménez intentó definir y Franco Armani hizo lo posible por detener el balón. La pelota golpeó primero el pie del delantero de Boca, luego su mano y su espalda, y mientras el arquero de River estaba en el suelo, el balón entró en la portería. La Bombonera estalló de emoción. En el banquillo de River, Marcelo Gallardo hizo un gesto con la mano. Luego se llevó la mano al oído: pedía que el VAR contactara a Nicolás Ramírez, el árbitro principal, para revisar la jugada.
Mientras los aficionados de Boca festejaban el empate en el último instante, los jugadores de River protestaban convencidos de que el tanto debía ser anulado. En ese momento, llegó la comunicación desde Ezeiza: Héctor Paletta, el asistente principal, solicitó a Ramírez que revisara en el campo el gol de Giménez. La decisión tardó varios minutos, ya que la sala del VAR estaba llena de jugadores reclamando, y el incidente era complicado de resolver. Finalmente, cuando el cronómetro marcaba 53 minutos del segundo tiempo, el árbitro Ramírez realizó la señal que todos los seguidores de River esperaban: desestimó el gol xeneize y el marcador se mantuvo 1-0 a favor de los visitantes.
Los encargados del VAR observaron en las repeticiones que el balón efectivamente impactó la mano derecha de Milton Giménez, por lo que decidieron llamar al árbitro principal. Según el protocolo, esto representa un error "claro y evidente". Ramírez se acercó a revisar la jugada. Notó el contacto en la cara del delantero y posteriormente en su mano derecha. Además, la pelota llegó a tocar incluso la espalda del jugador xeneize. Sin embargo, el contacto en la mano invalidaba el gol. Se aplica lo que se conoce como "inmediatez": si el balón toca la mano, ya sea de forma intencionada o accidental, del jugador que marca el gol, este debe ser anulado. Así, al identificar el contacto entre el balón y la mano de Giménez, tanto Héctor Paletta como Mariana de Almeida, los asistentes del VAR, contactaron al árbitro principal para que revisara la jugada.
Ramírez se pasó casi dos minutos rechazando las quejas. Provenían de Cristian Lema -quien fue expulsado por protestar-, Leandro González Pirez, Franco Armani, Paulo Díaz e incluso del propio Marcelo Gallardo. Recién pudo apreciar la jugada cuando el marcador indicaba 54 minutos del segundo tiempo. “Déjenlo revisar, todo está bien. ¡Vamos!”, les manifestó uno de los auxiliares del árbitro principal a los jugadores. “¡Paulo! ¡Paulo! ¡Ya estamos!” , le solicitó el Muñeco al defensor chileno. El entrenador presentía que el árbitro anularía el gol de Boca, lo que garantizaría la victoria del equipo millonario. “¡Nacho! ¡Ven aquí!” , reclamó el DT a Nacho Fernández. El Muñeco ordenaba a sus futbolistas que retrocedieran para evitar sanciones.
Nicolás Ramírez invalida el tanto de Milton Giménez - Créditos: @Santiago Filipuzzi
La imagen presentaba a Paulo Díaz y Nacho Fernández situados al lado de la cabina del VAR. En el lado opuesto estaban Kevin Zenón y Cristian Lema. En el centro, casi actuando como intermediario, se encontraba el árbitro Ramírez, que después de un par de minutos todavía no había tenido la oportunidad de revisar la jugada controvertida de la tarde en La Bombonera. El hecho de gol—o no gol—que determinaría el resultado del partido. A los 55 minutos y tres segundos, el árbitro finalmente se colocó frente a la pantalla del VAR, sin jugadores ni reclamaciones a la vista. La secuencia parecía evidente: pie-cabeza-mano-espalda de Giménez. Según el principio de “inmediatez” que regula el uso de la mano en una anotación, y dado que es precisamente Giménez quien marca, el reglamento establece que el gol debe ser anulado.
Setenta segundos después de ver las imágenes -e incluso tras observar un contacto entre el pie derecho de Giménez y Armani, el cual fue ralentizado en la repetición-, Ramírez comunicó que el gol del delantero xeneize quedaba anulado. “¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!”, exclamó Gallardo, como si se tratara de un gol a favor. Lema recibió su segunda tarjeta amarilla por protestar y tuvo que dejar el campo de juego. Giménez y Zenón continuaron reclamando al árbitro, quien estaba seguro de la decisión tomada. Por su parte, los jugadores de River estaban en otra cosa. Al partido le quedaba un minuto más, añadido por Ramírez tras la jugada que involucró al VAR. Ramírez reafirmó su decisión: hizo la señal con la mano para justificar el gol anulado y otorgó un tiro libre indirecto al equipo millonario.
El tiempo adicional no alteró el resultado. La jugada final resultó ser determinante. Para los jugadores de River, tanto el árbitro como los asistentes del VAR actuaron correctamente. Por el contrario, en el bando opuesto, todos hicieron reclamaciones. “Hagan bien su trabajo”, exigió Edinson Cavani a Ramírez. Tuvo que intervenir el cuarto árbitro, Julio Barraza, para calmarlos. Sergio “Chiquito” Romero tuvo un roce con un hincha cuando se retiraba del campo y también expresó su desacuerdo. La Bombonera estalló en silbidos por el desempeño del equipo xeneize.
River se presentó como el claro opuesto. Sus jugadores celebraron en el centro del campo después de la victoria. Además, compartieron sus impresiones sobre la decisión de Ramírez de anular el gol de Giménez. “Me asomé un momento al monitor y creo que está bien anulado. Según lo que vi desde lejos y lo que comentan los árbitros en el campo sobre el asunto de los brazos y eso, considero que la anulación es adecuada. Aunque, al final... en el último minuto y todo lo que se genera en un clásico... se generará polémica alrededor de eso”, declaró Germán Pezzella en TNT Sports. Por su parte, Franco Armani comentó en ESPN: “Fue una jugada clara de mano, el gol de ellos llegó al final del partido... ¡Fui a reclamar porque no podían cobrar otra cosa que no fuera mano! No podíamos dejarlo pasar. El árbitro actuó correctamente. Revisó con el VAR, comprobó que fue mano y sancionó la infracción. No hay nada que discutir”.
La celebración de los futbolistas de River luego de la victoria en la Bombonera durante el superclásico contra Boca - Créditos: @Santiago Filipuzzi.
