Caifanes hace vibrar a sus "aliados" con rolas de éxito

Caifanes

En una velada llena de compañerismo y diversión, pero destacando la importancia de la música para la revolución, los 65 mil seguidores del grupo de rock Caifanes que llenaron el nuevo estadio GNP Seguros se sumergieron en un viaje en el pasado, donde la locura se apoderó de todos.

El lugar de Iztacalco tembló con la ceremonia de la legendaria banda que surgió hace casi cuatro décadas, y que logró un lleno total por primera vez en este recinto.

A las nueve y dieciocho de la noche, Saúl Hernández llegó con su guitarra y enseguida emocionó a su público, quienes empezaron a cantar junto con el artista la canción Miedo.

Viento siguió su paso y la multitud en el estadio comenzó a cantar al unísono. Hernández fue acompañado por Diego Herrera y su saxofón; luego se unió Alfonso André en las percusiones para tocar la canción "Antes de que nos olviden", dedicada a los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y a los periodistas asesinados. En las pantallas gigantes se proyectaron frases como: "Cuando todos los granaderos sepan leer y escribir, México será más grande".

Con la presencia de los dioses secretos, los cinco músicos de Caifanes estaban ya sobre el escenario y la audiencia enloqueció. Ni siquiera la persistente lluvia disminuyó el entusiasmo. La gente cantaba, bailaba y se abrazaba, mientras los venerables roqueros brillaban con una combinación de proyecciones y luces de colores.

Se agregaron más instrumentos al rendimiento del grupo, en especial metales que tocaban junto a las canciones "Para que no digas que no pienso en ti", "Nubes" y "Voy detrás de ti".

El cantante les dijo a sus seguidores: ¡Increíble! La parte más grandiosa de este show eres tú, mi gente, eres poderosa e invencible.

Hernández introdujo a un talentoso músico, Guillermo Briseño, al que describió como su mentor. Juntos, junto con un pianista, interpretaron la canción "María de mis alquimias".

Otro reconocido músico que se unió a la banda fue Sergio Arau, cuyo icónico tema "Alármala de tos" conquistó un escenario donde se escucharon palabras de solidaridad, apoyo, resistencia y denuncias sobre diversas problemáticas sociales dolorosas que es importante destacar en la sociedad mexicana actual.

La racha de éxitos siguió hasta alcanzar otro punto álgido cuando Vivir Quintana subió al escenario y cantó su himno feminista "Canción sin miedo". El mensaje era claro: "Ni una más".

Hernández ha afirmado que durante mucho tiempo hemos estado denunciando los feminicidios, pero el Estado simplemente ignora la situación, esa es la verdad.

Desde que las puertas se abrieron unas horas antes, grupos de aficionados de todas las edades y generaciones entraron al lugar, luciendo camisetas y accesorios relacionados con la banda. Se fueron adaptando a un escenario convertido en un universo que deslumbró con el nombre Caifanes en el centro y pantallas a los lados.

Desde las brillantes gradas y otras secciones del antiguo Foro Sol, la poderosa energía se extendió hacia el escenario central donde Saúl Hernández, Alfonso André, Diego Herrera, Marco Rentería y Rodrigo Baills lideraron la celebración caifanera, después de una intensa gira que los llevó a diferentes lugares del país y del extranjero.

¡Son las armas reales, Caifanes!, se escuchó uno de los muchos gritos entre la multitud.

Solo en la Ciudad de México, la banda ha vendido todas las entradas en las dos presentaciones de abril pasado en el Auditorio Nacional, la del 31 de agosto en el estadio GNP Seguros y la que se llevará a cabo el 7 de diciembre en el Palacio de los Deportes.

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