Caifanes reafirma su legado en el Estadio GNP
Con su guitarra de color rojo, Saúl Hernández tomó por sorpresa al público al salir solitario al escenario a las 21:20 horas para tocar "Miedo". Acompañado únicamente por su guitarra acústica y una pista de batería pregrabada, dio inicio a un espectáculo que, a pesar de su comienzo inesperado, logró captar de inmediato la atención de los asistentes hacia la banda de rock.
Personas de todas las edades: adolescentes, niños, adultos e incluso familias completas, se unieron a Saúl en una sola voz, evidenciando que a pesar del paso del tiempo, la banda continúa teniendo un lugar especial en el corazón del público.
Después de la primera canción, las luces del escenario se apagaron por completo y la potente energía del rock mexicano invadió el lugar, con la impresionante presencia de Diego Herrera en el saxofón. Gradualmente, el resto de la banda se unió al espectáculo, elevando la intensidad de la actuación.
La audiencia, adquiriendo un papel principal en medio de una brisa que anunciaba lluvia, empezó a entonar "Viento", la segunda canción de la velada, creando un instante único en el que Hernández contempló con sorpresa la influencia que su música sigue teniendo en sus seguidores.
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Mientras interpretaban "Antes de que nos olviden", en las pantallas del estadio apareció un mensaje: "Cuando todos los soldados sepan leer y escribir, México será más poderoso", transmitiendo así el compromiso social que ha caracterizado al grupo desde sus inicios.
Alfonso André se unió finalmente al escenario para tocar las congas en una actuación acústica.
"Es increíble, el mejor show que hemos hecho es para ti. En la vida suceden cosas maravillosas, hoy lo constatamos. Que Dios te bendiga a todos, banda, agradecemos mucho", dijo Saúl, aplaudiendo a la audiencia.
La belleza natural se sumó al espectáculo cuando, al interpretar "Los dioses ocultos", una lluvia ligera se acercó amenazante, pero al final solo llegó como una brisa suave, como si la melodía de las 65 mil personas reunidas hubiese ahuyentado la tormenta.
La emoción se acrecentó con la interpretación de "Para que no digas que no pienso en ti", una canción que hizo vibrar a los seguidores en las gradas del Estadio GNP.
Durante la presentación de "Nubes", Saúl Hernández siguió expresando su agradecimiento al público, mientras André (uno de los dos miembros originales de la banda) disfrutaba desde la batería. La velada transcurrió sin muchos discursos políticos, algo común en los conciertos de Caifanes, pero no faltaron las referencias sociales.
Saúl Hernández tuvo un momento significativo al abordar la problemática de los feminicidios, al invitar a Vivir Quintana a cantar "Canción sin miedo", una canción que conmovió a las mujeres que estaban en el lugar.
El espectáculo siguió con "Inés", una canción inspirada en la verdadera historia de una chica que se suicidó, y Saúl aprovechó la oportunidad para concienciar sobre este tema.
Saúl Hernández mencionó la importancia de abordar el tema de los suicidios entre los jóvenes, promoviendo mayor empatía y comprensión en nuestra sociedad.
Durante la interpretación de "Ayer me dijo un ave", la conexión entre la banda y la audiencia se intensificó. Los teléfonos móviles iluminaron el escenario, creando un ambiente único que conmovió a Saúl, quien estuvo a punto de emocionarse hasta las lágrimas. Esta noche quedará marcada en la memoria de todos los asistentes.
El concierto de la banda duró más de dos horas, desde las 9:20 de la noche hasta las 12:15, siendo el más largo de su carrera. No les importó alargar el horario para ofrecer el mejor espectáculo de su historia.
Sergio Arau, un músico de rock moderno, subió al escenario como el único invitado de la noche para cantar “Alarma de Tos”, seguido de éxitos de Jaguares como “Detrás de los cerros” y "No dejes qué", una canción de la época de Caifanes. El clímax de la noche llegó al final de su presentación.
El concierto culminó con la interpretación extendida de "La negra Tomasa", luego de tocar otro éxito como "Afuera". Al son de la cumbia, multitudes empezaron a salir del recinto mientras la banda seguía tocando. Al terminar, la oscuridad envolvió el escenario y el grupo se despidió del que sería el concierto más importante de su carrera en México.
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