Clima en Cancún: pronóstico de lluvias y ráfagas de viento
La temperatura, la posibilidad de precipitación, la cantidad de nubes y los niveles de radiación ultravioleta son algunas de las informaciones que necesitas conocer antes de salir de tu hogar. (Infobae/Jovani Pérez)
En tiempos de cambio climático, un soleado día veraniego puede transformarse en una intensa tormenta en cuestión de minutos, provocando inundaciones. Por eso, es cada vez más habitual que las personas intenten prepararse ante las fluctuaciones de temperatura.
A continuación, se presenta el pronóstico del tiempo previsto para las próximas horas en Cancún, correspondiente al 11 de diciembre:
Se espera que la probabilidad de precipitación en Cancún para este miércoles sea del 80% durante el día y del 18% por la noche.
Durante el día, la cobertura nubosa alcanzará el 94%, mientras que por la noche se elevará al 99%.
Se prevé que la temperatura en esta área alcance un máximo de 26 grados y un mínimo de 22 grados. Además, los índices de rayos UV podrían llegar a un nivel de 2.
Las rachas de viento llegarán a los 48 kilómetros por hora durante el día y a los 50 kilómetros por hora en la noche.
El clima en Cancún es semi-tropical y presenta una humedad del 80%, influenciada por las corrientes del Golfo de México. En este destino turístico, la temperatura promedio es de 26 grados, aunque puede llegar hasta los 35 grados en la temporada de verano.
Aunque las condiciones climáticas son bastante parecidas a lo largo del año, se pueden distinguir al menos dos periodos claramente definidos: uno que abarca de mayo a octubre, caracterizado por ser una temporada de lluvias, aunque con temperaturas un poco más cálidas; y otro que se extiende de noviembre a abril, con un clima más fresco.
Las precipitaciones son comunes, pero su cantidad aumenta durante el verano, especialmente en septiembre y octubre, que son los meses más riesgosos debido a la aparición de tormentas tropicales, ciclones y huracanes.
México es una nación privilegiada gracias a su ubicación geográfica, que incluye acceso al mar Caribe y al océano Pacífico, así como la separación que establece el Trópico de Cáncer. Esto lo convierte en una región de gran biodiversidad, albergando aproximadamente el 12% de las especies del planeta, de las cuales 12,000 son exclusivas de este país.
A pesar de que el Trópico de Cáncer divide al país en dos regiones climáticas –una de clima templado y otra tropical–, la realidad es que la altitud, la latitud y la disposición de tierra y agua permiten reconocer hasta siete tipos de clima en el territorio nacional: cálido subhúmedo, seco, semiseco, desértico seco, cálido húmedo, templado subhúmedo, templado húmedo y frío.
En este marco, resulta comprensible que en las zonas elevadas de Chihuahua se llegue a registrar temperaturas de hasta -30 grados, mientras que en el desierto de Mexicali, al igual que en el norte del país, las temperaturas puedan subir hasta alcanzar los 50 grados centígrados.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, la temperatura media anual en el país es de 19 grados; no obstante, hay localidades como Mexicali, Culiacán, Ciudad Juárez, Hermosillo, Torreón, Saltillo y Monterrey donde las temperaturas son extremadamente elevadas.
Un claro ejemplo de esto es San Luis Río Colorado, una localidad situada en Sonora, que se extiende en los alrededores del Gran Desierto de Altar, en Baja California, y colinda con el estado de Arizona. Esta ciudad es famosa por haber registrado la temperatura más elevada en México, alcanzando los 58.5 grados centígrados el 6 de julio de 1966.
Por otro lado, la temperatura más baja que se ha registrado jamás ocurrió el 27 de diciembre de 1997, cuando el mercurio cayó hasta -25 grados en el municipio de Madero, en Chihuahua.
No obstante, esta diversidad de climas ha experimentado cambios en los últimos años debido al calentamiento global, y los especialistas anticipan un futuro preocupante para el país, caracterizado por una notable disminución de las precipitaciones anuales y un aumento significativo de las temperaturas.
Los daños ya se están notando entre los agricultores y ganaderos como resultado de las sequías o de las fuertes inundaciones. Además, durante las olas de calor ha habido un incremento en las contingencias ambientales en las grandes urbes, destacando la Ciudad de México.
