Clint Eastwood arrasa en Netflix con una película policiaca de hace 22 años: "Supera cualquier thriller convencional"
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El experimentado director californiano Clint Eastwood regresó tanto detrás como frente a las cámaras a inicios de los años 2000 para filmar un thriller policial que significó un cambio significativo en su trayectoria. La película contó con un elenco destacado que incluyó al propio Eastwood, Jeff Daniels, Anjelica Huston y Wanda De Jesús, y se centra en una narrativa que examina los límites de la justicia y la redención personal desde la perspectiva de un hombre que ha consagrado su vida a hacer respetar la ley.
La cinta cuenta la historia de Terry McCaleb, un exagente del FBI que busca capturar a un asesino en serie. Sin embargo, durante su investigación, sufre un infarto que lo aleja del caso. Esta película, basada en la novela del mismo nombre de Michael Connelly, recibió críticas mayormente favorables y marcó la última incursión del director en el género policiaco, el cual había sido una parte fundamental de su trayectoria cinematográfica desde los años setenta con la serie de Harry el sucio. Actualmente, el filme se puede encontrar en el catálogo de Netflix.
"Deuda de sangre" (2002) planteó un reto especial para Eastwood como intérprete, quien vio en el personaje de McCaleb una ocasión singular para indagar en las restricciones físicas que la vejez impone a un investigador. A diferencia de sus papeles previos como oficial de la ley, en esta ocasión encarna a un hombre vulnerable, que enfrenta constantes limitaciones debido a su problema cardíaco, lo que aporta al papel un nivel de realismo inédito en su trayectoria, algo que el propio Eastwood ha definido como un desafío considerable en comparación con sus actuaciones en su juventud.
Fiel a su reconocida efectividad en el rodaje, Clint Eastwood finalizó la filmación en un tiempo récord, lo que permitió que la película se estrenara en los cines apenas cuatro meses después de concluir la grabación principal. Esta celeridad, típica del director, no afecta en absoluto la calidad de la producción, que conserva la tensión y el ritmo narrativo característicos del cine negro contemporáneo, al mismo tiempo que aborda cuestiones más profundas como la culpa, la deuda moral y la búsqueda de la redención.
La reseña de Fotogramas sobre 'Deuda de sangre' indicó lo siguiente: "La historia se basa en una adaptación libre de un best seller de Michael Connelly, pero Eastwood se apropia de ella y, particularmente, de un personaje que evoca los tiempos de un Harry el Sucio atenuado por los años y envuelto en un aire de ocaso. Menos dura que ‘Sin perdón’, casi tan sentimental como ‘Los puentes de Madison’ y no tan desolada como ‘Un mundo perfecto’ (¿sus tres grandes obras maestras?), ‘Deuda de sangre’ supera a cualquier thriller convencional dirigido por un director sin renombre. Tras la cámara, Eastwood muestra un vigor narrativo y se desenvuelve con agilidad tanto en el ámbito de la acción como en el del melodrama."
