Victoria Lee
3 día atrás
Cuando todo se desmorona, cuando el dolor te abraza y te desgarra el alma, cuando la vida te ha dado un revés y no encuentras el rumbo, siempre habrá alguien que te recordará que la culpa es tuya. Un dedo acusador señalando tus errores, tus faltas, tus decisiones equivocadas. Pero, ¿es justo que te culpes por todo?
Aceptar la culpa puede ser un acto de madurez, pero culparse por todo no te ayudará a avanzar. Permítete perdonarte, aprender de tus errores y seguir adelante con humildad. No te rindas ante la culpa, no te conviertas en tu peor enemigo. Mira hacia el futuro con esperanza y confianza en ti mismo, el pasado ya no se puede cambiar.