Día Mundial de la alimentación, 16 de octubre | Cáritas
El mundo todavía está muy lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 2, que busca erradicar el hambre. La situación global de desnutrición se ha mantenido casi constante durante tres años, tras un aumento significativo como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Según datos de la FAO, entre 713 y 757 millones de personas podrían haber sufrido hambre en 2023, lo que representa aproximadamente una de cada 11 personas a nivel mundial y una de cada cinco en el continente africano. Además, se estima que el 30% de la producción alimentaria global se pierde o desperdicia.
La desnutrición continúa en aumento en África, pero apenas ha tenido cambios en Asia. Por otro lado, en América Latina y el Caribe se han observado avances significativos gracias a la implementación de políticas públicas efectivas.
Para Cáritas, el acceso a la alimentación es un derecho fundamental que debe ser garantizado, por lo que es necesario desarrollar políticas que lo respalden. A su vez, la mayoría de las personas que se encuentran en situación de pobreza son agricultores, y en su mayoría son mujeres. Nuestra labor se centra en promover una alimentación que se base en la agricultura tradicional, la cual tiene un menor impacto ambiental, crea más empleos, es más saludable y reduce el desperdicio de alimentos. Este tipo de agricultura sigue siendo responsable de la producción de la mayor parte de los alimentos que se consumen en el mundo. Cáritas aborda esta problemática desde una perspectiva de derechos, con el objetivo de construir un futuro orientado al bienestar común de las generaciones futuras.
