Blog de Rafa Ramos: Efraín Juárez y la 'colombianización' del futbol mexicano
Rafa Ramos, analista de ESPN Deportes Digital, 20 de noviembre de 2024, 15:12.
"El Impacto De Aguirre Y Juárez En El Fútbol"
LOS ÁNGELES -- La Policía Nacional de Colombia ha decidido prohibir al director técnico mexicano Efraín Juárez el acceso a todos los estadios del país por un periodo de tres años. Atlético Nacional ha anunciado que impugnará esta sanción.
La sanción se impuso porque la fuerza policial colombiana consideró que la celebración de Efraín Juárez fue excesiva, tras la eliminación del Independiente a manos del Atlético Nacional en la Copa, en el Estadio Atanasio Girardot de Medellín, Colombia.
La celebración del entrenador mexicano fue vista como provocativa, exagerada e irrespetuosa, con el potencial de generar una reacción violenta desde las gradas.
Tres años, que pueden ser impugnables, no solo ante los juzgados de Colombia, buscando la ayuda de la DiMayor (División Mayor de Fútbol Colombiano) y, en última instancia, ante el TAS.
Mientras tanto, Edwin Cardona, un futbolista que tuvo una trayectoria desafortunada en el fútbol mexicano (en equipos como Monterrey, Pachuca y Xolos), recibió una suspensión de dos partidos por besar el escudo del Atlético Nacional frente a los aficionados del Medellín. Este gesto fue considerado un acto provocador.
Los tres años de prohibición en los estadios colombianos son una clara invitación para que Efraín Juárez deje el país. No es viable dirigir por WhatsApp. El proceso de apelación tomará su tiempo.
En Colombia se está formando una nueva cultura y una política renovada, completamente beneficiosa, que busca prevenir abusos y excesos que podrían dar lugar a brotes de violencia social, no solo en los estadios, sino en toda la nación.
Colombia padeció durante años diversas formas de violencia en sus expresiones más brutales, especialmente a causa de la narcoguerrilla. Una amenaza que ha quedado impune y que hoy también afecta a México.
Por esta razón, es comprensible que los colombianos adopten acciones que pueden parecer exageradas, extremas o intolerantes. Sin embargo, buscan -a su manera- salvaguardar a los aficionados, a los propios equipos, el espectáculo y, lo más relevante, la integración de la sociedad en un contexto global.
Por esta razón, la pregunta es: ¿ha llegado el instante en que el fútbol mexicano deba iniciar un proceso de "colombianización"? En otras palabras, ¿es el momento de implementar acciones drásticas y urgentes para erradicar de manera efectiva la violencia en los estadios?
De este modo, la policía detuvo a Efraín Juárez en medio de una conferencia de prensa.
El director técnico mexicano del Atlético Nacional aparentemente realizó gestos dirigidos a los hinchas del Independiente Medellín durante su celebración, lo que llevó a que las autoridades colombianas lo buscaran.
El fútbol mexicano es, en cierta medida, hipócrita. Una parte de sus seguidores también lo es. Se encienden antorchas y se levantan piras; se crean grandes llamas, todo porque Javier Aguirre fue derrotado en San Pedro Sula. Sin embargo, ¿cómo responde esa misma afición ante situaciones trágicas que ocurren a su alrededor?
Castigan a los hondureños y cuestionan a los colombianos, pero ignoran sus propios horrores. Además, tienen secretos que prefieren mantener ocultos.
¿Acaso no recuerdan la masacre que se mantuvo en silencio en Querétaro contra los seguidores del Atlas?
2.- Y el herido de bala en Tijuana: quienes fueron atropellados por un coche en Torreón; los sacrificios humanos en encuentros deportivos en Monterrey. También ha sucedido en Guadalajara, en la Ciudad de México, en León y en muchas otras localidades, algunas de las cuales ya no existen, como la invasión en Veracruz al enfrentarse a Tigres.
3.- Y, por supuesto, la connivencia, el apoyo tácito, la permisividad, la tolerancia, el conspiracionismo e incluso el miedo que muestran la Federación Mexicana de Fútbol y la Liga MX frente a todos esos acontecimientos. Al ocultar la verdad, se transforman en cómplices.
Claro, en ocasiones, ciertos aficionados mexicanos muestran que disfrutan asumir el papel de personas que aparentan ser lo que no son.
En Colombia se han reprimido casi por completo los gritos racistas, aunque aún persisten algunos casos desafortunados. Sin embargo, en México, sí, en México, todavía se pueden escuchar con frecuencia en los estadios, no solo relacionados con la etnia, sino también con el género.
Entonces, ¿ha llegado la hora de “colombianizar” el fútbol mexicano?
Evaluación: Destacada estrategia de Aguirre y actitud sobresaliente por parte de los futbolistas.
México triunfa 4-0 sobre Honduras en el Estadio Nemesio Díez en el marco de la Liga de Naciones de la Concacaf.
Se han prohibido las máscaras en los estadios de México. También se han vetado las banderas, incluso aquellas que no tienen asta, y en ciertos casos se impide la entrada a los aficionados que lleven camisetas del equipo visitante. Sin embargo, los crímenes continúan sin castigo.
Porque, en efecto, no se llevan a cabo decisiones drásticas, esenciales, significativas o decisivas, como en los casos previamente mencionados de Querétaro y otros. Así que, las autoridades del fútbol mexicano y los organismos gubernamentales se han transformado en cómplices evidentes de la criminalidad.
Es muy triste lo que pasó con Javier Aguirre. También es una pena lo de Efraín Juárez.
Sin embargo, en México todavía se tiende a criticar los defectos de los demás sin reconocer los errores propios.
La FMF y la Liga MX han creado el Fan-Id, aunque no logran implementarlo debido a la mala calidad de los servicios de internet en los estadios de México.
Sí, quizás sin llegar a los extremos y sin ser más estrictos que el mismo Papa, ha llegado la hora de “colombianizar” el fútbol mexicano.
Sería un proceso extenso, complicado, arduo y complejo, pero que resultaría beneficioso en todos los niveles. Es fundamental educar a los espectadores, al campo y, por supuesto, incluirnos como medios en esta purificación. Insisto, esto no implica necesariamente adoptar posturas extremas.