Sólo para mayores de 18 años: La controvertida escena de 'El Grinch' con un significado oculto que los pequeños no pudieron entender
Quienes han visto 'El Grinch' ahora que son adultos han observado que no todo lo que ocurre en las escenas está dirigido exclusivamente a los niños.
Es muy probable que la interpretación de El Grinch por Jim Carrey sea la más reconocida del famoso relato de Dr. Seuss. En el año 2000, el protagonista de La máscara se convirtió en el ser verde y peludo que detesta la Navidad, marcando el primer filme en imagen real basado en la obra del autor de literatura infantil, que posteriormente dio origen a El gato con Mike Myers. Desde entonces, la película dirigida por Ron Howard se ha consolidado como un clásico familiar en la época navideña.
La película es visualmente cautivadora, presentando la creación del encantador mundo de Villa Quién de forma intensa y colorida. Sin duda, la actuación de Jim Carrey como el Grinch es sobresaliente, interpretando un papel que resultó ser mucho más demandante desde el punto de vista físico de lo que podría imaginarse. No obstante, al igual que sucede con muchas otras películas, los espectadores que la han revisado ya en su adultez han percibido que no todas las situaciones en las escenas estaban diseñadas exclusivamente para los más pequeños.
En El Grinch hay una parte de la historia que solo los adultos pueden entender. Este instante se presenta cuando se narra el comienzo de la existencia de la criatura verde, quien, siendo solo un bebé, entra en la vida de dos mujeres que actúan como sus madres. Antes de ser encontrado en una fría noche de invierno, se puede observar que en el hogar al que llega el Grinch se está llevando a cabo una celebración bastante singular, donde el disfrute es el protagonista.
Pocos se han dado cuenta de que en El Grinch se lleva a cabo una "fiesta de llaves". Para quienes no están familiarizados con esto, se trata de una práctica de intercambio de parejas en la que se depositan varias llaves en un recipiente, y una vez que todas han sido introducidas, los asistentes meten la mano y seleccionan un par de llaves. La sorpresa viene al final, cuando la persona cuyo juego de llaves han elegido será con la que se van a casa. Estas fiestas también son conocidas como swingers, y en ellas participan tanto solteros como parejas casadas que desean disfrutar de la compañía de otras parejas.
La pecera no es la única escena "clasificación C" presente en El Grinch. A medida que la cámara se acerca a la pecera, se puede observar a una mujer cabalgando sobre un hombre, dándole palmadas en el trasero en un juego aparentemente sexual. Luego aparece un hombre que es acosado por una mujer deseosa, en busca de un amor dulce de alguien vestido como médico. Nadie habría pensado que El Grinch ocultaba tales momentos en algunas de sus escenas.
