Así es como El Pilo, enemigo de El Mencho, se convirtió en colaborador de la DEA y ahora busca hundir al CJNG
Elpidio Mojarro Ramírez ha destacado como una figura importante en las investigaciones contra los líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Conocido también como El Pilo, es uno de los principales adversarios de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, lo cual quedó evidenciado cuando compareció ante la corte de Estados Unidos para testificar contra Gerardo González Valencia, conocido como El Flaco, antiguo líder de Los Cuinis y cuñado de su enemigo.
La colaboración de El Pilo llevó a que El Flaco fuera condenado. Se le reconoció como un miembro clave en las finanzas del CJNG y como el autor del homicidio de su cuñado, Domingo Mendoza Sandoval.
En el mundo del crimen organizado, El Pilo se unió primero al grupo del Cártel de Milenio, trabajando para el Cártel de Sinaloa. Sin embargo, su vida cambió en 2010 cuando Ignacio Coronel Villarreal, también conocido como Nacho Coronel, falleció durante un operativo en Zapopan, Jalisco.
La ausencia de autoridad dio lugar a la creación del Cártel Jalisco Nueva Generación, liderado por Nemesio Oseguera Cervantes y Erick Valencia Salazar, mientras que Mojarro Ramírez estableció el grupo enemigo denominado La Resistencia.
En medio del conflicto por el territorio entre el CJNG y La Resistencia, Mojarro buscó respaldo de Los Zetas para dominar la ruta de drogas en la región del Pacífico, enfocándose especialmente en el puerto de Manzanillo. A pesar de sus esfuerzos, la superioridad de El Mencho se impuso. La captura en 2012 de Benjamín Mojarro Ramírez, hermano menor de Mojarro, significó un duro golpe para su grupo criminal.
Tras muchos años manteniendo un bajo perfil, su nombre volvió a destacar en 2021 cuando las autoridades mexicanas decomisaron más de dos toneladas de cocaína vinculadas a él.
A pesar de tratar de seguir con sus actividades delictivas sin el respaldo del Cártel del Milenio, la mala suerte lo siguió de cerca. Después de varios intentos fallidos de transportar cocaína y el arresto de una avioneta con más de una tonelada de droga, El Pilo se vio acorralado por Estados Unidos.
En febrero de 2018, Mojarro Ramírez se vio privado de su libertad, aunque no se sabe si se entregó voluntariamente o lo apresaron. Poco después de ser detenido, renunció a su derecho de tener una audiencia para empezar a negociar su colaboración con las autoridades de Estados Unidos, como lo informó un reportaje en Milenio.
Sabiendo que corre peligro tanto en el mundo del narcotráfico como fuera de él, Mojarro Ramírez decidió cooperar con la DEA en un último esfuerzo por preservar su vida y asegurar alguna forma de protección.
Según la fuente mencionada anteriormente, desde que fue detenido, El Pilo ha colaborado con las autoridades de Estados Unidos, lo que le ha permitido eludir acusaciones y residir bajo la protección del gobierno estadounidense.
Su declaración cobra especial importancia en vista del próximo juicio de Rubén Oseguera González, también conocido como El Menchito, hijo de El Mencho. En este contexto, las palabras de El Pilo podrían ser fundamentales en la lucha contra el CJNG, el rival principal de su organización.
En este momento, El Pilo está protegido y no tiene ningún cargo, lo que le ha permitido proporcionar información importante sobre el CJNG.
Con el inminente juicio de El Menchito, El Pilo se perfila como el testigo fundamental que las autoridades podrían utilizar para debilitar a una de las organizaciones delictivas más poderosas a nivel mundial, siendo la segunda más relevante en México después del Cártel de Sinaloa.
El proceso judicial del hijo de El Mencho, acusado de tráfico de drogas y tenencia ilegal de armas de fuego, se llevará a cabo en septiembre de este año en la Corte de Distrito de Washington D.C.
Para concluir, es importante destacar que la reserva de El Pilo ha dificultado la posibilidad de tener una idea precisa de él, aunque Milenio logró obtener una fotografía que finalmente revela su apariencia. En la imagen se muestra a un hombre de piel clara, de 67 años, con calvicie y una barba canosa en forma de candado, vestido con una camisa de vestir de color negro.
