Evo Morales desafía a la justicia y se atrinchera en su feudo cocalero
El exmandatario boliviano Evo Morales se refugió el viernes en su bastión cocalero del Chapare, donde se proclamó como un “perseguido político”.
LA PAZ, Bolivia —
El exmandatario boliviano Evo Morales se resguardó el viernes en su bastión cocalero del Chapare, tras declararse como un “perseguido político”. Junto a sus seguidores, que se mantienen en vigilia, intenta eludir su arresto luego de no presentarse a declarar ante la Fiscalía, que lo está investigando por supuestos delitos de trata de personas, tráfico de personas y estupro.
La fiscal Sandra Gutiérrez comentó el día anterior que, ante la falta de comparecencia de Morales a la citación para responder a las denuncias, "es necesario emitir la orden de arresto", aunque no especificó cuándo se llevará a cabo dicha gestión.
Mediante sus abogados, Morales declaró que no asistirá a declarar "debido a la falta de garantías".
Morales reside en el Chapare, en la zona central del país, donde todavía lidera el principal sindicato de cocaleros y se enfoca en la cría de peces y el cultivo de arroz.
Los sindicatos que respaldan al exmandatario publicaron un comunicado en el que instaron a llevar a cabo "vigilias".
“En caso de que arresten al hermano de Evo Morales, se iniciarán de inmediato bloqueos de carreteras en rechazo al gobierno de (el presidente Luis) Arce, debido a la crisis económica, la corrupción y la persecución política”, afirma el comunicado del denominado Pacto de Unidad, que apoya al político de 65 años.
Aunque la denuncia en contra de Morales no es reciente, resurgió tras que liderara una masiva manifestación en contra de Arce debido a la crisis económica, el incremento de precios y para demandar su permiso para postularse a la presidencia en 2025, ya que una decisión del Tribunal Constitucional lo excluyó de la contienda.
El asunto implicaría a una menor de edad con quien Morales supuestamente sostuvo una relación durante su mandato (2006-2019). Además, se están investigando a los padres de la joven.
El jefe de la policía, Álvaro Álvarez, comunicó que el padre fue arrestado el viernes. Asimismo, los padres no habían acudido a prestar su declaración.
Morales y Arce están inmersos en una intensa lucha política por el control y la candidatura presidencial del partido gobernante, Movimiento al Socialismo (MAS), que se encuentra dividido.
"Morales muestra una desesperación que intenta transformarlo en víctima. Si no se presentó a declarar, no cuenta con privilegios y es necesario imponer su arraigo y arrestarlo para que brinde su testimonio. Si hay bloqueos, nosotros tomaremos acción para despejarlos", expresó Juan Carlos Gutiérrez, líder del principal sindicato indígena y campesino, quien se alinea con Arce.
Gutiérrez comentó que la fiscal encargada de la investigación debería “retirarse del caso”, dado que ocupó el cargo de ministra de Justicia durante la administración del expresidente.
El asunto ha provocado una intensa disputa de reproches entre las dos partes. Morales, mediante la plataforma X —anteriormente conocida como Twitter—, manifestó que el gobierno está "impulsando un proceso judicial" en su contra "con la finalidad de desarticular al movimiento popular". Por su parte, Arce lo acusó de planear manifestaciones para obligar a su dimisión.
De acuerdo con analistas y opositores, el MAS atraviesa una grave crisis y un desgaste del modelo económico estatista que promovió Morales tras el colapso de los partidos tradicionales en 2003. La confrontación interna está llevando a los fraccionados partidos de oposición de centro y derecha a buscar uniones para hacer frente al oficialismo debilitado.
El conflicto interno en el MAS ha intensificado la grave crisis que enfrenta la justicia en Bolivia, la cual ha sido denunciada por organizaciones internacionales debido a su carencia de autonomía frente al poder político.
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