Mónaco conmemora la gesta de Checo Pérez

27 May 2023
Checo Pérez celebra junto a su equipo de Red Bull la victoria en el Gran Premio de Mónaco, el 29 de mayo de 2022.Checo Pérez celebra junto a su equipo de Red Bull la victoria en el Gran Premio de Mónaco, el 29 de mayo de 2022.Clive Rose (Getty Images)

Ganar el Gran Premio de Mónaco es alzar la Copa del Mundo en el Maracaná. Es la madre de las victorias conquistar la carrera del sinuoso circuito de Montecarlo, uno callejero y angosto que solo está hecho para las grandes leyendas de la Fórmula 1. Solo 36 pilotos han ganado ahí desde 1950, entre ellos está Checo Pérez. La victoria que consiguió en 2022 ha sido el pináculo de su trayectoria.

Hay que retroceder un año. En mayo, Montecarlo celebraba una vez más el prestigioso fin de semana de la Fórmula 1. Pérez llegaba a la carrera con tres podios obtenidos en Australia (segundo), Imola (segundo) y España (segundo). Las cosas iban muy bien para el mexicano y el plan era ese: seguir a la pelea de cualquier triunfo con permiso de Max Verstappen, líder indiscutido. Había cierta presión para el piloto mexicano porque su contrato vencía y había dudas sobre su renovación pese a ser el socio pacífico de Verstappen, ayudarle a ganar el título en 2021 y alcanzar el podio.

Las cosas iban de perlas para el mexicano que en las primeras pruebas libres se quedó solo por detrás de Leclerc, después cronometró el tercer mejor tiempo y en los últimos ensayos tuvo el mejor desempeño. El reto de Mónaco es que los coches están muy cerca de las barreras de contención por lo que no hay año en el que alguien se libre de estrellarse. Checo Pérez, en la clasificación, perdió el control de su Red Bull antes de entrar al túnel del circuito cuando intentaba dar su mejor vuelta. Los comisarios sacaron la bandera roja y se suspendió todo. Así la pole la ganó Charles Leclerc de Ferrari, seguido de Carlos Sainz y al final el mexicano. Verstappen, enfurecido, despotricó por no tener oportunidad de pelear por la punta.

La mañana de aquel domingo estaba inundada. El arranque se retrasó por las condiciones de lluvia. Con mucha cautela, comenzó la carrera, con pocos incidentes y con nulos cambios en la punta. Parecía que sería una carrera aburrida y desangelada hasta que Ferrari dispuso el caos. El equipo italiano cometió el error de llamar a sus pilotos a cambiar de neumáticos. Eso abrió la oportunidad para que Checo Pérez se quedara con la punta, refrescara sus neumáticos y aguantara los embates de un furibundo Carlos Sainz que apretaba. El Haas de Mick Schumacher se golpeó en la pista, lo que provocó que se suspendiera la carrera. Para decidir al ganador, los comisarios determinaron dar 30 minutos de carrera a fondo. Pérez cruzó la meta como ganador y el mundo de la Fórmula 1 le brindó su máximo respeto por aguantar la presión y conducir de forma precisa.

Pérez se derrumbó en el podio cuando escuchó el himno de México. En 2016, cuando aún corría para Force India, había subido también a festejar, pero aquella vez fue un meritorio tercer lugar. En Mónaco, Pérez tuvo el derecho de festejar en la alberca de Red Bull y zambullirse durante los festejos, una tradición del equipo de la bebida energética. “Como piloto sueñas con ganar aquí. Después de la carrera en casa, no hay otra más especial que en Mónaco. [Tuve que lidiar] con la degradación del neumático, no cometer errores y mantener a raya a Carlos [Sainz] no fue fácil. Es un gran día para mí y para mi país”, contó aquella vez.

Checo Pérez junto a Bad Bunny, este jueves en el Gran Premio de Mónaco. Checo Pérez junto a Bad Bunny, este jueves en el Gran Premio de Mónaco. AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)

Pérez regresó a Mónaco como el hombre al cual hay que seguir. Red Bull le concedió el rol estelar ante los medios al invitar al cantante Bad Bunny a su garaje para que presentara su casco. El puertorriqueño, que ya había coincidido con el mexicano en Miami, tiene a su piloto favorito. “Mónaco es de esos lugares donde si cometes un error terminarás contra el muro. No hay margen para errores. El domingo puede ser bastante aburrido para los aficionados, pero no para el propio piloto”, comentó el mexicano este jueves. “No es nuestro circuito más fuerte, pero ya veremos. Cualquier cosa puede pasar aquí”, agregó.

El brasileño Ayrton Senna dominó las opulentas calles del principado para ganarlo en seis ocasiones. Otros latinos en ganarlo fueron el legendario argentino Juan Manuel Fangio (dos veces), su compatriota Carlos Reutemann y el colombiano Juan Pablo Montoya. Pérez aún tiene combustible para dar la vuelta del triunfo en las calles de Mónaco.

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