Freddie Freeman, de perder a su mamá y tener a su hijo en el hospital, a ser el MVP de la Serie Mundial con Dodgers
Era el 13 de junio de 2000, y Freddie Freeman, que tenía 10 años, se encontraba en la escuela cuando lo llamaron a la oficina del director. En ese lugar estaban su tío Mark y su hermano Phillip. Su madre, Rosemary Freeman, había muerto a causa de un cáncer de piel.
La vida de Frederick dio un giro inesperado. Ingresó al hospital, solicitó ser admitido y recibió un beso en la frente. Nada volvió a ser como antes. Dos años más tarde, su padre también logró liberarse, pero todo quedó en un gran susto. Hoy, Fred vio a su hijo convertirse en un jugador más valioso.
La temporada 2024 de las Grandes Ligas refleja a la perfección la trayectoria de Freddie y de cualquier amante del béisbol. Siempre ha habido momentos de incertidumbre, pero al final, la recompensa ha sido alcanzada. Logró su primer campeonato de la Serie Mundial con Los Ángeles Dodgers y el segundo de su carrera. Sin embargo, para completar su exitosa trayectoria, también se destacó al ser nombrado Jugador Más Valioso de esa serie por el título.
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En agosto de este año, Freddie se vio obligado a ausentarse de su equipo por varios días. Nuevamente tuvo que enfrentar la situación en un hospital. En esta ocasión, fue Maximus, el hijo más pequeño de sus tres vástagos, quien recibió un diagnóstico médico preocupante.
Se reveló que Maximus Freeman padecía el síndrome de Guillain-Barré, una afección desconocida para él y su esposa, Chelsea. Este inusual trastorno neurológico ocurre cuando el sistema inmunitario del organismo agredi a los nervios periféricos, causando daños en estos y generando debilidad muscular.
Maximus se sintió mal por primera vez durante el descanso del Juego de las Estrellas en julio, cuando la familia se trasladó a Texas para apoyar a Freeman. Cuatro días después, el niño no podía ni sentarse ni caminar y, por último, dejó de alimentarse y beber.
Freeman comentó que su hijo sufrió una disminución de la sensibilidad que abarcaba desde los pies hasta los hombros y presentaba problemas para respirar.
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Freeman bateó cuatro cuadrangulares. Imagen: AP.
Lo trasladaron de inmediato al hospital cercano a la vivienda de la familia en el condado de Orange, donde lo colocaron en un respirador. Maximus recibió dos dosis de inmunoglobulina intravenosa, que es un tratamiento biológico compuesto por anticuerpos que contribuyen a recuperar un sistema inmunológico debilitado.
Todo resultó en un nuevo sorbo de amargura y Freeman logró regresar. En su primera aparición al bate en el Dodger Stadium, se colocó en el plato y, con lágrimas en los ojos, expresó su gratitud por la enorme ovación que le brindó el público, que se puso de pie en su homenaje.
"Resulta muy difícil observar a uno de tus hijos peleando con un respirador. Esa es la verdadera tragedia. Nadie merece enfrentar una situación así. Estoy seguro de que los padres lo comprenden. Harían cualquier cosa en un instante para aliviar el dolor y el sufrimiento de su hijo. Cuando te encuentras en un estado de desesperanza, como Chelsea y yo, es realmente complicado", expresó el primera base.
A finales de septiembre, durante la serie frente a los Padres de San Diego, Freeman padeció un esguince en el tobillo que le generó debilidad justo antes del comienzo de la Postemporada de las Grandes Ligas.
Estuvo ausente entre 9 y 10 días. Su desempeño disminuyó en la postemporada, pero logró destacar en el instante oportuno. Cuando su equipo más lo requería, se consagró como el MVP de la Serie Mundial frente a los Yankees de Nueva York.
En el primer juego de la Serie Mundial, llegó el turno de Freddie en el noveno inning. Los Dodgers estaban perdiendo 3-2, la pizarra mostraba dos outs y el antiguo jugador de los Braves tenía en su poder la última oportunidad. Una vez más, en una situación crítica, sin posibilidad de fallo y metido en apuros. Como aquel niño, ya sea caminando hacia su escuela o en el hospital observando a su hijo luchar por sobrevivir.
Grand Slam. Los Ángeles logró revertir la situación y así dio inicio la hazaña para conseguir su octavo campeonato de Grandes Ligas. Y efectivamente, Freddie navigó a través de una temporada extensa y llena de desafíos.
Estableció un nuevo récord al registrar cuatro jonrones en los primeros cuatro encuentros de este Clásico de Otoño, y también batió una nueva marca con los dos que consiguió durante la Serie Mundial de 2021, cuando formaba parte de los Atlanta Braves.
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Freddie Freeman volvió a pegar un cuadrangular, esta vez en el Yankee Stadium. FOTO: AP