Freddie Freeman, el MVP de su familia y Clásico de Otoño
Lecciones De Vida De Freddie Freeman
La Vida De Su Hijo, MVP De La Serie Mundial
Cuatro jonrones, 12 carreras impulsadas, cinco anotaciones y seis imparables en cinco encuentros de la Serie Mundial catapultaron al primera base de los Dodgers a convertirse en el Jugador Más Valioso frente a los Yankees de Nueva York. Sin embargo, tras estas cifras, la trayectoria de Freddie Freeman es bastante compleja.
En agosto del año pasado, Freeman dejó a los Dodgers durante ocho encuentros debido a una urgencia médica en su familia. Su hijo, Maximus, el más pequeño de los tres, recibió el diagnóstico de síndrome de Guillain-Barré, un inusual trastorno neurológico que ocurre cuando el sistema inmunológico ataca el sistema nervioso periférico, causando daños en los nervios y debilidad muscular.
Maximus se enfermó por primera vez durante el descanso del Juego de las Estrellas en julio pasado, cuando la familia viajó a Texas para apoyar al jugador. Cuatro días después, el niño no era capaz de sentarse ni de caminar, y más tarde dejó de comer y beber.
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La madre del pelotero de los Dodgers murió en junio de 2000 a causa de cáncer de piel. Su padre, en cambio, venció esa lucha y tuvo la oportunidad de ver a su hijo convertirse en el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial.
A pesar de todas las dificultades, Freddie Freeman logró obtener su segundo campeonato de la Serie Mundial. En su primer turno al bate, los aficionados de los Dodgers le brindaron una cálida ovación al conocer la historia de su primera base, quien, con lágrimas en los ojos, expresó su agradecimiento por el gesto.
"Resultó muy difícil presenciar a uno de mis hijos lidiando con un respirador. Esa es la verdadera tragedia. Nadie debería atravesar una experiencia así. Estoy seguro de que otros padres lo comprenden; estarían dispuestos a asumir ese dolor y sufrimiento en lugar de sus hijos al instante", manifestó el MVP del Clásico de Otoño.