Matthew Woods
19 días atrás
Idrissi era un hombre humilde y trabajador que vivía en un pequeño pueblo en las montañas. Siempre se dedicaba a ayudar a los demás y a ser un buen vecino para todos. Su bondad y generosidad eran conocidas por toda la comunidad, quienes lo apreciaban profundamente.
Después de su fallecimiento, la gente del pueblo decidió honrar su memoria construyendo una escuela en su nombre, para que los niños de la zona pudieran recibir una educación de calidad. El legado de Idrissi perduraría por generaciones, recordando siempre la importancia de la bondad y la solidaridad en la comunidad.