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Por lo general, lo relacionado con la derecha se vincula con habilidad, capacidad y rectitud, mientras que lo asociado a la izquierda tiene connotaciones desfavorables.
En efecto, la palabra "zurdo", de acuerdo con la RAE, es un sinónimo de maligno, siniestro, perverso o amenazador, una percepción que ha existido desde hace siglos.
Por ejemplo, en las representaciones paleocristianas del Juicio Final, los justos se encuentran a la derecha de Dios Padre, mientras que los eternamente condenados están a su izquierda.
En las culturas orientales se pueden observar apreciaciones semejantes, y en el ámbito islámico se asigna la mano izquierda a tareas relacionadas con cuestiones escatológicas.
De todas formas, lo inquietante ha integrado un estigma negativo en la cultura, vinculándose con "particularidades dudosas" y excluyendo a quienes lo poseen.
Algo parecido a lo que ocurre con otras anomalías, como el albinismo en el continente africano.
¿Por Qué Hay Diferentes Valoraciones?
La intuición nos sugiere que, estadísticamente, es más común contar con mayor destreza en el brazo derecho que en el izquierdo.
A pesar de las diferencias entre diversas culturas (en China, aproximadamente un 5 % de la población es zurda, mientras que en Occidente oscila entre el 10 y el 12 %), la preferencia por la derecha siempre se mantiene predominante.
Sin embargo, lo que es común no necesariamente es lo más adecuado desde una perspectiva adaptativa, ya que puede responder a una mera coincidencia.
¿Por qué, en su mayoría, somos diestros? ¿Qué factores biológicos respaldan este fenómeno?
Hipótesis Inicial: Genética Y Sexo En La Naturaleza
Se ha observado que las personas zurdas tienen una posibilidad un poco menor de alcanzar una edad avanzada, siendo esta tendencia más pronunciada en los hombres. Esto ha llevado a establecer una conexión con los niveles de testosterona.
La condición de ser zurdo se establece alrededor de la pubertad y se relaciona con una mayor incidencia de enfermedades autoinmunes, migrañas y trastornos cognitivos que pueden afectar el aprendizaje y el desarrollo.
¿Está, por tanto, la característica de ser zurdo inscrita de forma genética en los cromosomas sexuales?
En el cromosoma Y, definitivamente no, ya que hay mujeres que son zurdas. Así que, ¿podría este supuesto gen estar ubicado en el cromosoma X?
En ese contexto, la condición hemicigótica masculina (XY) incrementaría la aparición de esos fenotipos si se tratara de un rasgo recesivo.
Sin embargo, esta opción tampoco resultaría adecuada, ya que no aclara que la lateralidad izquierda es más común en mellizos, recién nacidos prematuros y en personas que han experimentado estrés o situaciones de hipoxia en el periodo fetal.
De hecho, esas condiciones también generan una mayor frecuencia de la dominancia manual izquierda en los chimpancés, nuestros parientes vivos más cercanos.
Las frecuencias de aparición tampoco se ajustarían a una herencia mendeliana clásica relacionada con el sexo, ya que en ese caso sería lógico esperar que el 50 % de los hombres fuera zurdo y solo el 25 % de las mujeres. Si esta condición tuviera una base genética, sería un fenómeno más complicado.
¿Son Los Diestros Realmente Más Ventajosos?
A pesar de que ambas manos tienen la capacidad de adquirir la misma fuerza y habilidad, la verdad es que no lo logran.
Esta asimetría en la forma podría reflejar procesos internos en la anatomía que experimentan desarrollos desiguales en cada lado del cuerpo.
Las fases iniciales del desarrollo embrionario en los mamíferos muestran la formación de órganos y sistemas con una evidente simetría bilateral. Sin embargo, el sistema digestivo presenta asimetrías desde etapas muy tempranas en la ubicación de sus órganos.
Asimismo, se observan en la estructura distintiva de los pulmones, que presentan dos lóbulos en el izquierdo y tres en el derecho.
De la misma manera, el vaso circulatorio inicial se dobla, se enrosca, se separa en compartimentos y crece de manera desigual, lo que provoca un mayor desarrollo del arco aórtico izquierdo en los mamíferos (mientras que en las aves, el arco dominante es el derecho).
Como resultado, el órgano esencial por excelencia, el corazón, se encuentra desplazado hacia la parte izquierda del tórax, de la misma manera que la aorta.
Pensemos en este aspecto. Debido a que cualquier posible lesión en el tórax representa un riesgo mayor que en el abdomen, y aún más en el hemitórax izquierdo en comparación con el derecho, los seres humanos siempre hemos tenido la tendencia a resguardar esta área.
La postura erguida incrementó la exposición y fragilidad de nuestro pecho. Esto podría hacernos considerar que la habilidad diestro es potencialmente más "ventajosa", ya que está relacionada con una mayor probabilidad de sobrevivir.
Los ejércitos de diversas civilizaciones han creado escudos que, llevados en el brazo izquierdo, resguardan la parte del torso de este lado del cuerpo.
De esta manera, permiten que la mano derecha sea atacada. Es importante señalar que, en el ámbito de la biología evolutiva, en ciertas características se observa una selección que depende inversamente de la frecuencia.
En otras palabras, los zurdos cuentan con beneficios en el enfrentamiento uno a uno en un entorno dominado por diestros.
Sin embargo, este argumento se desestima ya que incluir a personas zurdas en estructuras militares rígidas genera más inconvenientes en la coordinación con los diestros que beneficios individuales.
Asimismo, esta aclaración no tiene impacto en las mujeres, quienes no han tomado parte en gran medida en entrenamientos militares.
Para poder poner a prueba esta hipótesis, sería necesario averiguar si las primeras manifestaciones de la zurdera se produjeron antes de la aparición, que ha sido relativamente reciente, de los escudos y las espadas.
Así es, ya que las comunidades actuales de cazadores-recolectores, que llevan un estilo de vida parecido al del Paleolítico y que no utilizan herramientas de protección, también son en su mayoría diestros.
Las primeras aproximaciones sobre la existencia de personas zurdas las encontramos en la cueva de las Manos en Argentina, donde los diseños más antiguos han sido fechados en el octavo milenio antes de nuestra era.
En el estudio, las 829 impresiones de manos izquierdas, en contraste con apenas 31 de manos derechas, indican que la mayoría de sus habitantes era diestro.
Las manos impresas utilizando técnicas similares en las cuevas de España, Francia e Italia evidencian una situación comparable en antiguos grupos europeos. Un ejemplo es el de las 57 manos izquierdas encontradas en la cueva de Maltravieso, en Cáceres, que podrían pertenecer a neandertales, dado que su datación supera los 64,000 años. Por otro lado, en la cueva del Castillo, en Santander, se han descubierto 275 manos, en su mayoría de mujeres.
Una alternativa para comprender la tendencia zurda o diestra de las comunidades ancestrales sería estudiar la lateralidad en las marcas y surcos realizados con herramientas de piedra sobre los huesos de sus presas o en su propia dentadura.
En la comunidad de la Sima de los Huesos en Atapuerca, que data de hace más de 450,000 años, se ha hallado que los Homo heidelbergensis eran en su mayoría diestros.
Otros linajes más antiguos de nuestra evolución presentan en sus estructuras cerebrales indicios de predominancia de la mano derecha.
De acuerdo con lo mencionado, no se establece de manera concluyente la razón por la cual la condición diestra es la más habitual.
De todas formas, y teniendo en cuenta que la expectativa de vida de las personas zurdas es algo inferior a la del resto de la población, se podría argumentar que esta característica continúa implicando "mala fortuna".
Idefonso Alonso Tinoco, A. Victoria de Andrés Fernández y Paul Palmqvist Barrena son docentes de la Universidad de Málaga.
Este artículo fue publicado en The Conversation. Puedes acceder a la versión original aquí.
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