Discurso del Rey Felipe VI: “No podemos permitir que el germen de la discordia se instale entre nosotros”
Aquí se encuentra el texto completo del discurso del monarca.
Cada Nochebuena, tengo la enhorabuena de desearos una feliz Navidad y enviaros los mejores deseos de mi familia. Mantengo esta tradición que me gusta mucho y aprovecho para compartir algunas reflexiones sobre nuestro presente como país y los desafíos que debemos enfrentar.
La preocupación por las dificultades económicas y sociales que impactan la cotidianidad de numerosos ciudadanos españoles es compartida por todos. Estas dificultades se evidencian en distintas áreas, como el empleo, el sistema sanitario, la educación, el costo de servicios básicos, entre otras. No obstante, también se muestra preocupación frente a problemas como la alarmante violencia de género o la dificultad de acceso a una vivienda por parte de los jóvenes.
Hay muchos temas específicos que me gustaría tratar contigo hoy, pero en esta ocasión quiero enfocarme en algo que también está relacionado con nuestra vida en comunidad. Quiero hablar de la Constitución y de España.
La Constitución, este año, celebró su aniversario número 45. Durante todo este tiempo de democracia, la Constitución ha sido una parte constante e importante en nuestras vidas, tal como lo demostró la Princesa de Asturias al jurarla el 31 de octubre pasado. Es, indudablemente, un modelo a seguir de la unidad y armonía entre los ciudadanos españoles.
No debemos olvidar que uno de los valores más grandes que tenemos en la democracia es la convivencia que se basa en sentimientos compartidos y en la búsqueda colectiva del bienestar y la prosperidad para todos.
En octubre del año pasado, expresé en Asturias mi creencia de que las grandes obras que perduran en el tiempo son construidas a través de la unión, el esfuerzo colectivo y actitudes solidarias. Estos elementos son fundamentales para el progreso de un país.
En España, por supuesto, cada ciudadano tiene el privilegio de pensar libremente, expresarse y proteger su opinión con consideración hacia los demás. Sin embargo, para que la democracia funcione apropiadamente, es esencial tener acuerdos fundamentales y generales acerca de los valores que hemos compartido durante varias generaciones y que nos unen.
La conexión, sustentada por sólidos vínculos históricos y culturales, debe cimentarse sobre todo en principios fundamentales que rigen cualquier convivencia en un entorno democrático: la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Estos son los principios que nos unen, que le brindan fuerza y durabilidad a un régimen democrático como el que tenemos.
Así se establecen y describen en nuestra Constitución, que ha sido un logro político de gran importancia en nuestra historia reciente. Este proceso recibió un reconocimiento internacional excepcional y mereció una gran admiración.
Ella fue determinante para que España lograra erigir y afianzar una democracia total, transparente y unificadora, un Estado basado en el derecho y en la democracia, que ha garantizado nuestra coexistencia y que nos ha dado la capacidad de superar distintas y complejas coyunturas en los últimos tiempos. Esta es la indudable verdad de nuestra historia constitucional reciente.
Gracias a la Constitución, logramos sobrepasar la separación que ha generado diversos errores a lo largo de nuestra historia. Esta separación ha generado dolor, ha afectado las relaciones y ha alejado a las personas. Conquistar la unidad fue nuestro éxito hace 50 años. Por esta razón, es nuestra responsabilidad moral asegurarnos de que nunca más se establezca la semilla de la discordia entre nosotros. No podemos permitirlo.
Existe otro aspecto constitucional al que a menudo no prestamos atención y que es igual de importante: nos permite asegurar el estilo de vida y la forma en la que entendemos nuestro día a día. La libertad de expresión, la educación, el trabajo y la protección contra enfermedades es esencial en la vida cotidiana. Además, tener acceso a una vivienda, formar una familia, recibir ayuda social y un retiro digno son también garantizados y protegidos por la Constitución. Son muchos los aspectos de nuestra vida diaria que son protegidos y amparados por esta ley fundamental.
Quiero destacar la importancia de la Constitución como un pilar de la democracia actual y futura, así como una herramienta vital y garantía esencial para asegurar la seguridad y estabilidad en la vida de los españoles. Esto nos permite vivir libremente y confiar en que nuestras necesidades, expectativas, ambiciones y proyectos -en función de nuestras situaciones- se cumplan adecuadamente.
Resulta claro que para hacer efectivo el propósito de la Constitución, no basta con acatarla, también es necesario salvaguardar su esencia, aquello que la define y simboliza; su función como acuerdo conjunto de todos y para todos, con un objetivo en común.
Por último, demanda que conservemos su pureza como sitio de validación recíproca, de acogimiento y coincidencia respaldado por cada uno de los ciudadanos españoles, quienes ostentan la soberanía como legítimos titulares.
Sin adherirse a la Constitución, no hay lugar para la democracia o la coexistencia. Solo hay dominación en lugar de libertad y injusticia en lugar de legalidad. Sin la Constitución, no se puede lograr la paz y la libertad en España.
Además de la Constitución, se encuentra España.
Hace cerca de 50 años, los españoles emprendimos un camino nuevo de manera democrática y unificada en un proyecto en conjunto. Ratificamos una visión compartida de España que acepta el derecho de cada uno a sentirse respetado y reconocido en su personalidad, cultura, idiomas, tradiciones e instituciones.
En la actualidad, España se destaca por ser una sociedad robusta que ha evidenciado en muchas ocasiones los principios que nos moldean como comunidad política.
Hemos mostrado solidaridad hacia aquellos que han enfrentado momentos difíciles; Nuestro comportamiento cívico ha sido destacable al superar los retos de la pandemia de COVID.
Hemos exhibido valentía, honradez e ideales ante el terrorismo; Asimismo, hemos comunicado y, especialmente, salvaguardado nuestros principios constitucionales cuando estos han sido interrogados o peligrados.
Todo lo logrado ha sido una labor conjunta y en consonancia con la normativa establecida por la Constitución, la cual fue acordada por la totalidad de la ciudadanía española.
En la historia reciente, el éxito de nuestro país se debe principalmente a la unidad que hemos mantenido, gracias a nuestros valores democráticos y la sólida relación entre el Estado y las Comunidades Autónomas, además de la solidaridad entre ellas. También es importante mencionar nuestra orientación hacia el exterior, con una fuerte conexión iberoamericana y europea. Durante el último semestre, España ha presidido el Consejo de la UE, logrando fortalecer aún más la unidad de Europa.
Estoy convencido de que la unión será el factor determinante en nuestra capacidad para hacer frente exitosamente a los grandes y complejos desafíos que se presentan en el futuro en España.
Para enfrentar el futuro, es nuestra obligación como instituciones del Estado actuar con gran responsabilidad y priorizar los intereses generales de los ciudadanos españoles, respetando siempre la Constitución. Cada institución, desde la monarquía hasta cualquier otra, debe desempeñar sus funciones y cumplir sus deberes respetando su posición constitucional.
Es importante que mostremos consideración hacia todas las entidades en el cumplimiento de sus tareas, y que trabajemos juntos para mejorar su autoridad y reputación. Por último, debemos garantizar constantemente la buena reputación, la dignidad y el respeto por nuestra nación.
A lo largo de su historia, España ha tenido la responsabilidad de marcar el rumbo de la Humanidad por varios siglos. A pesar de enfrentar períodos trágicos, de silencio, aislamiento y dolor, el pueblo español siempre ha logrado superarlos. Han sabido elegir su camino con fuerza y orgullo, siendo un pueblo que sabe quiénes son y lo que quieren ser.
Debemos estar más conscientes de la grandeza de nuestro país, para valorarlo y cuidarlo entre todos. Así, podremos cumplir con la responsabilidad que mencioné recientemente en las Cortes: asegurar a futuras generaciones el legado de una España unida, cohesiva y dispuesta al entendimiento, sólida en sus valores democráticos, cívicos y morales; la herencia de una España respetada y querida como patria, donde puedan tener la libertad de desarrollarse de manera segura en un ambiente de estabilidad y confianza.
Seguiremos avanzando en España con fuerza, optimismo y trabajando en conjunto, teniendo en cuenta nuestra historia y situación actual como país. La Corona siempre estará presente en este camino, no sólo porque es mi responsabilidad como Rey, sino porque también es algo en lo que creo firmemente.
Agradecemos el tiempo que han pasado con nosotros esta noche, y junto a la Reina, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, les deseamos una feliz Nochebuena. Queremos destacar especialmente a aquellos que en este momento están trabajando diligentemente para garantizar la seguridad de todos y el correcto funcionamiento de los servicios públicos. Les recordamos en nuestros pensamientos.
¡Saludos a todos! Les deseo una feliz Navidad, Eguberri on, Bon Nadal y Boas festas. Espero que estén teniendo una noche excelente y les deseo un feliz y próspero año 2024.