Muere el actor de Los vigilantes de la playa Michael Newman a los 68 años
El actor Michael Newman, conocido por su papel en Los vigilantes de la playa, ha fallecido a los 68 años. La noticia fue anunciada por Matt Flecker, el productor del documental After Baywatch: Moment in the Sun, quien era un amigo cercano del artista.
De este modo, Felcker informa que Newman falleció "debido a problemas cardíacos" el 20 de octubre, aunque se encontraba "acompañado de su familia y amigos". Michael recibió el diagnóstico de Parkinson cuando solo tenía 50 años, en 2006.
"Tuve la oportunidad de ver a Mike antes de que partiera. Estaba casi en un estado de inconsciencia... pero cuando llegué, sorprendentemente estaba despierto y me miró diciendo: 'Llegaste justo a tiempo', y se rió. Esa era la esencia de Mike. Mantenía su sentido del humor hasta el último momento", compartió el cineasta en su emotivo mensaje de despedida en Instagram.
Antes de partir, tomó mi mano con toda su fuerza y me miró profundamente a los ojos, asintiendo en silencio. Yo también asentí y respondí: "Volveremos a encontrarnos… lo prometo". Unos días más tarde, perdí a mi amigo. Un héroe. Mi héroe. Gracias por haberte cruzado en mi vida, Newmie. Aunque haya sido por poco tiempo.
La última ocasión en que se observó a Michael Newman en público fue durante la premiere en agosto de After Baywatch: Moment in the Sun, donde estuvo acompañado por el resto del elenco de Los vigilantes de la playa.
Newman fue el único salvavidas auténtico en la serie y, tras David Hasselhoff, fue el actor que más apareció en la trama, con un total de 150 capítulos.
Asimismo, Michael trabajaba como bombero, una ocupación que mantuvo a lo largo de su vida. En los años finales, el actor se enfocó en aumentar la visibilidad de la enfermedad de Parkinson y brindó su apoyo a la Fundación de Michael J. Fox.
"Me gustaría compartir mi experiencia personal y crear conciencia acerca de la relevancia de hallar una solución para el Parkinson", comentaba el actor a People en una entrevista.
"Esta enfermedad terminal me ha dado la oportunidad de reflexionar en profundidad, algo que tal vez no deseaba, pero que ha enriquecido mi entendimiento", compartía.
"Mi cuerpo ha experimentado cambios tan sutiles que casi no los percibo, pero siempre hay alguien que me recuerda que el Parkinson ahora es el eje de mi existencia."
