El mercado de la NBA contiene la respiración: Harden, Kyrie, Paul ...

10 Jun 2023
NBA

Todavía no ha terminado la temporada 2022-23 de la NBA, Nuggets y Heat siguen peleando por convertirse en el sucesor de los Warriors, pero las aguas del mercado ya se agitan pensando en el próximo curso, 2023-24. Siempre, en primer lugar, con los grandes nombres como punta de lanza, los movimientos que van a marcar todo lo que sucederá en las semanas siguientes al final de curso. Ya en los últimos días hemos tenido, por ejemplo, los extraños movimientos de Kyrie Irving, que será agente libre y que mueve hilos para intentar presionar a los Mavs y, al mismo tiempo, intentar tener el mejor equipo posible si decide volver al equipo de Texas con un nuevo contrato, que parece lo más probable.

En Dallas pueden llegar a cinco años y 272 millones de dólares, o cuatro o 201. Más que otros equipos… que no se ve claro quiénes serían. Los Lakers, una opción que siempre suena, no tienen margen económico, no parecen dispuestos a gastar tanto (ni pueden, en realidad, sin nada extravagante) ni les compensa explorar la opción del sign and trade. El contrato de Kyrie sería gigante por un jugador que tiene 31 años, al que acompañan serias dudas en lo extradeportivo. Y más en un momento en el que se avecina un cambio drástico en el juego de mercado, el que traerá el mucho más restrictivo nuevo convenio colectivo.

Harden duda entre Sixers y Rockets

Pero más allá de Kyrie, hay otros nombres de primera categoría que están decidiendo cuál será su siguiente paso. Y el caso más claro es el de James Harden. El guard cumplirá 34 años en agosto, y perdió en semifinales del Este una ocasión de oro para volver a unas Finales que no pisa desde 2012, con los Thunder, y de intentar conseguir su primer anillo de campeón de la NBA. Ahora, no se sabe muy bien dónde va a continuar su carrera. Durante los últimos meses fueron muchas las voces que aseguraron que su intención era regresar a Houston Rockets, el equipo en el que jugó entre 2012 y 2021. Los Sixers quieren retenerlo y volver a intentarlo con él y Joel Embiid, porque además quedarían en una delicada situación deportiva si no lo consiguen, con pocas opciones para tener una estrella al lado del pívot camerunés.

Lo último que se sabe lo aportó Shams Charania (The Athletic), que aseguró que Harden está “realmente dividido”, indeciso sobre si lo mejor es regresar a los Rockets o seguir en los Sixers. El pasado verano, firmó por menos del máximo y en formato 1+1 para ayudar a que en Philadelphia se tuviera más flexibilidad para construir un proyecto aspirante. Ahora, el factor económico volverá a influir una vez que Harden, como sin duda hará, renuncie a su player option de 35,6 millones para la próxima temporada. Con dos equipos tan interesados en él, Harden se puede permitir no hacer rebajas.

Los Sixers deberían tener ventaja sobre los Rockets ya que tienen los Bird rights que les permitirían dar a Harden un año más con aumentos interanuales más altos. Pero en este caso no es así por la over 38 rule que limita los contratos máximos que cruzan por el curso en el que un jugador cumple o tiene 38 años. Así que los Sixers no pueden disparar su oferta con un quinto año que vaya más allá de los cuatro que pueden ofrecer en Houston. La única diferencia es que los primeros pueden subir el sueldo un 8% cada año y los Rockets, un 5%. Si los Sixers ofrecen un quinto año a Harden, sería por la misma cantidad total que el jugador se llevaría por cuatro, por lo que este no tendría ningún incentivo para firmar un acuerdo más largo. La oferta de los Sixers podría ser de 210x4 y la de los Rockets, de 201x4. Esa diferencia de menos de 10 millones, además, queda en nada por la fiscalidad más suave de Texas. Así que Harden no decidirá por dinero... si Sixers y Rockets ponen un máximo sobre la mesa.

Los Rockets, en todo caso, no se limita a Harden en su búsqueda de piezas para dejar la reconstrucción y empezar a ser un equipo competitivo. Según Jake Fischer (Yahoo), su lista es más amplia: “Brook Lopez está en el radar de los Rockets, que buscan un base veterano, un alero y un pívot. Si Harden sigue en los Sixers, el primer rol podría ser para Fred VanVleet. Y como forward interesa mucho Cam Johnson, pero hay informaciones que apuntan a que los Nets igualarán cualquier oferta que no sea absolutamente desorbitada y fuera de mercado. En ese caso, Dillon Brooks es otro jugador que gusta para el puesto de alero”.

Una bomba de relojería llamada Chris Paul

A esta incertidumbre con algunos grandes nombres hay que sumar a Chris Paul, que tiene un pie fuera de Phoenix Suns después de que estos días se anunciara que los de Arizona iban a cortar su contrato, algo que después se desmintió… aunque sigue siendo una opción realista. Lo cierto es que la franquicia analiza sus opciones, no descarta ninguna… pero preferiría ocupar de otra manera el margen salarial que sería para Paul si sigue: 30,8 millones de dólares esta temporada, otros 30,8 la próxima. Pero ahora pueden liberar su contrato pagando solo 15,8 millones, que además pueden prorratear en cinco temporadas.

Los Suns prefieren un traspaso, pero es difícil encontrar destino para un jugador con ese contrato y 38 años. Eso abre dos frentes. Por un lado, qué quieren hacer los Suns, que, con nuevo propietario y recién ejecutado el traspaso por Kevin Durant, pueden volver a ser uno de los grandes animadores del mercado en su intento de formar un equipo lo más poderoso posible. Algunos expertos creen que esta situación con Paul implica que en Phoenix se traen algo entre manos. Es el caso de Ramona Shelburne, de ESPN: “Los Suns no se plantearían cortar a Chris Paul si no creyeran que pueden hacer algo más importante. Y creo que tendríamos que no perder de vista, en este sentido, a James Harden. No estoy dando una noticia, solo digo que es algo que ha estado flotando por ahí durante el último mes, más o menos”. Brian Windhorst, también de ESPN, cree que no está tomada la decisión con Paul pero que esta parece inevitable: “Lo normal es que cuando llegue el 28 de junio, Paul haya sido cortado por los Suns”.

Lillard, una somba cada vez más alargada

El periodista Sam Deveney (Heavy.com) mete a Damian Lillard en la coctelera de los Suns, ya que asegura que ha hablado con ejecutivos de otras franquicias que creen que en Arizona intentarán tener margen salarial para ver si pueden hacer algo. Lillard está en una situación delicada en los Blazers, con olor a final de trayecto. Si la temporada 2023-24 empieza mal en Oregón, el traspaso aparecerá como una opción muy real. El propio jugador, hasta ahora siempre comprometido al máximo con los Trail Blazers, asume ya públicamente esta posibilidad e incluso ha hablado de Miami Heat y Brooklyn Nets como destinos que serían de su gusto. Desde Portland, además, se asegura que la franquicia intentaría traspasar a uno de los jugadores más importantes de su historia a un destino que fuera de su gusto: “Los Suns necesitan aligerar sus cuentas, y van a ver si tienen forma de hacerse con Dame. Van a ver qué podrían hacer en un traspaso de Deandre Ayton… hay mucha tela que cortar”.

Pero por otro lado está, claro, el destino de Chris Paul en caso de que realmente no siga en los Suns. Muchos dedos apuntan a Los Angeles Lakers y al deseo del base de jugar en la franquicia angelina y al lado de LeBron James. Habría que ver también si sería en un equipo con o sin D’Angelo Russell y qué tipo de contrato podría firmar Paul en L.A. E incluso se tiene en las quinielas a los Clippers, donde Paul jugó seis temporadas y donde el problema en el puesto de base ha sido constante en los últimos tiempos. Russell Westbrook será agente libre también este verano. Otros candidatos serían Celtics, Heat, unos Sixers de emergencia si Harden se va o las franquicias en reconstrucción. ¿Interesaría a los Spurs poner los últimos coletazos de uno de los mejores bases de siempre al servicio del aprendizaje de Victor Wembanyama?

Los Warrriors huelen a The Last Dance

Y todas estas cuentas sin meter en el ajo al que todavía es vigente campeón, unos Warriors que afrontan una situación complicada entre el espíritu The Last Dance y un cambio de ciclo real, que podría haber comenzado con la salida de Bob Myers de los despachos. La continuidad de Draymond Green, la posible extensión de Klay Thompson… hay muchos frentes abiertos, pero en las últimas semanas los rumores apuntan a la continuidad, a intentar un último asalto con el núcleo duro y, eso sí, mejores piezas a su alrededor. El periodista Tim Kawakami (The Athletic), muy cercano a los propietarios de la franquicia de San Francisco, apunta en esa dirección: “Lo normal es que se mantenga el bloque al menos otra temporada más. Es lo que quiere Stephen Curry. Y, claro, su opinión cuenta”. Una posible salida es Jordan Poole, pero el escolta no se irá regalado para liberar su salario. Los Warriors buscarían formas de incluirlo en un traspaso del que obtener algo provechoso.

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