Los nombres de niña vascos más comunes: de Uxue a Haizea
Aste Nagusia, en Bilbao (Shutterstock España).
— “¡El único enemigo que tengo es tu nombre! ¡Eres tú mismo, ya seas o no Montesco! ¿Qué significa Montesco? No es una mano, un pie, un brazo, un rostro, ni ninguna parte que pertenezca a un ser humano. ¡Oh, desearía que tuvieras otro nombre! ¿Qué importa un nombre? ¡Una rosa seguiría teniendo el mismo aroma, sin importar cómo la llamemos! De la misma manera, Romeo, aunque no se llamara así, seguiría poseyendo las mismas cualidades extraordinarias que tiene. ¡Romeo, deshazte de tu nombre; y en lugar de él, acéptame a mí!”.
Shakespeare situó a su Julieta en el balcón y la hizo pensar sobre el significado de su nombre y apellido, mientras Romeo la escuchaba sin ser detectado. Entonces, ¿qué significa realmente un nombre? Desde los más habituales hasta los más raros, nos acompañan durante toda nuestra existencia y nos definen de manera permanente. La curiosidad que generan ha llevado al Instituto Nacional de Estadística (INE) a realizar cada año un análisis de todos ellos, pero su labor no se limita solo a esto.
Los nombres también son una parte importante de la cultura de un país y de su evolución a lo largo del tiempo. En España, hay más de 614.000 personas que se llaman Antonio, un nombre que es tanto común como tradicional. No resulta sorprendente escucharlo hoy en día, al igual que no lo habría sido para quienes lo oían hace un siglo. Nombres como Pedro, José o Felipe han perdurado a lo largo de los siglos, así como María, Isabel o Carmen. Muchas figuras de nuestra historia llevan esos nombres. Sin embargo, nombres como Hugo o Aria, que son populares hoy, antes habrían sido impensables. Igualmente, en pleno siglo XXI, nombres como Acindino, Simplicia o Urraca parecen lejanos: en 2023 falleció en España la última mujer que llevaba ese nombre, lo que muestra cómo el tiempo avanza y las tendencias cambian con él.
Además, existen nombres que están vinculados a áreas más específicas del país, especialmente en lugares donde la presencia de una lengua cooficial influye incluso en los aspectos más fundamentales de la identidad de una persona, como es la manera en que se le denominará a lo largo de su vida. Así, al igual que las regiones como Extremadura, Andalucía o Castilla-La Mancha tienen nombres en la lista de los más frecuentes, en el País Vasco se observan pocas similitudes, aunque hay algunas que coinciden con el resto de las comunidades del norte.
En su informe, el Instituto Nacional de Estadística (INE) presenta un recuento por provincias. Así, en Álava, los nombres femeninos más comunes son: Nahia, Laia, Ane, Malen, Irati, Izaro, Martina, Nora, Lucía, Noa, Elaia, Haizea, Alaia, June, Maddi, Enara, Jare, Sara, Uxue y Lara.
En lo que respecta a Gipuzkoa, los nombres son: Maddi, Nora, June, Laia, Ane, Mara, Malen, Nahia, Sara, Elene, Noa, Irati, Jare, Maren, Enara, Lea, Lucía, Martina, Haizea y Alaia.
En Bizkaia encontramos a Ane, June, Izaro, Laia, Nahia, Lucía, Irati, Malen, Alaia, Martina, Naia, Uxue, Maddi, Noa, Elaia, Haizea, Nora, Izadi, Sofía y Jare.
— "¡Oh Romeo, Romeo! ¿Por qué tienes que ser Romeo? Renuncia a tu padre y desprecia tu nombre; o, si no lo deseas, sólo júrame que me amas y dejaré de ser una Capuleto".