Quieres que Paul Mescal gane el Oscar al Mejor Actor 2023

Vamos a apelar más a nuestras emociones que ha nuestra experiencia científica a la hora de calibrar las porras entre los nominados a los Oscar. Que la tenemos, porque el porcentaje de acierto de Esquire en los premios de este nivel ronda el 72%. Pero si ponemos el foco en los nominados a Mejor Actor en los Oscar 2023, con Brendar Fraser y Austin Butler como clarísimos favoritos, solo puede hablar nuestro corazón. Y el de Angelina Jolie. Que siempre, siempre (te jodes, Brad), han estado acompasados. Nuestro foco sentimental apunta directo a Paul Mescal, nominado al Oscar al Mejor Actor por la película Aftersun.

El título hace referencia a la crema para después del sol, así que tú me das cremita, yo te doy cremita. Es decir, primero saciamos tu sed de cotilleos y después vamos con lo que de verdad importa. ¿Hay trato? Venga, el affair Angelina.

¿Qué tiene que ver Angelina Jolie con Paul Mescal, nominado a Mejor Actor en los Oscar 2023?

Hace unas semanas, hubo un pico de hype hollywoodiense, o no tanto, cuando empezaron a correr por las redes unas fotos en las que se veía a Angelina Jolie "en mitad de una cita" (eso decían los titulares sensacionalistas) con Paul Mescal. ¿Con quién? Ahí van las entradillas sensacionalistas, que da más vergüenza y más gusto culpable la vez: "Con el actor Paul Mescal, 20 años más joven que ella".

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El matiz hot es que venían de ver Un tranvía llamado deseo (es que van provocando), la obra que él protagoniza en Londres, y el matiz cute (se admiten asesinatos por exceso de anglicismos) es que en la cita estaba presente Shiloh, la hija de Angelina y Brad Pitt. Es decir, que el encuentro no parecía tanto una cita romántica como una reunión de colegas y/o amigos o a quién le importa. A mí. Pues, como Brad, me jodo. Es cierto que había gasolina para los rumores, ya que recientemente se había comentado la ruptura entre Paul Mescal y la cantante Phoebe Bridgers, una de esas parejas con fandom conjunto porque transmitían adorabilidad por los cuatro costados.

¿Saciado? Ahora vamos a lo que de verdad importa.

¿De qué te suena Paul Mescal?

Nuestra historia de fascinación por Paul Mescal viene de Normal People, una serie que nos flipó allá por el verano de 2020. En esa historia sobre la relación a trompicones de dos jóvenes irlandeses descubrimos su talento para habitar las áreas grises de lo cotidiano, para transmitir pasión, rabia, frustración, deseo o ira a través del (aviso de vómito poético) fuego interno que chispea en sus ojos azules.

Después vimos la vertiente más peligrosa y 'machirula' de ese fuego en otra película de las que te vapulea por dentro, La hija oscura. Sus escenas con Olivia Colman y con Dakota Johnson, vaya pedazo de trío, confirmaron que nos encontrábamos ante un actor de registro marlonbrandiano capaz de incendiar al espectador desde una contención exquisitamente bruta.

¿Merece la pena 'Aftersun', la película por que Paul Mescal está nominado al Oscar a Mejor Actor?

Y llegamos a Aftersun. De verdad, otro peliculón, aunque 'solo' haya obtenido la nominación a Mejor Actor de Paul Mescal. Aftersun empieza como un retrato ligero y cool-dosmilero sobre la relación de un joven padre separado con su hija adolescente durante unas vacaciones en Turquía. Bien, bonito, atractivo. Pero es que como espectador empiezas a superponer capas sutiles, vas hilando pequeños cabos sueltos, vas adentrándose en las cabezas de ese padre y esa hija… y lo que comprendes irremediablemente (los más intuitivos lo harán a mitad de película, los más despistados al final) te parte el alma. Digamos que es una película con un giro que no se puede contar, pero de ninguna manera es una película efectista. Y tiene un hueco destacado en nuestra lista de las mejores películas para llorar a gusto y con calidad.

De verdad que es una obra maestra a la hora de analizar la conexión entre la infancia y el adulto que serás, los vacíos y la salud mental, un amor que pese a ser el más grande posible no puede solucionarlo todo. Es imposible transmitirlo mejor que Paul Mescal. Y que Frankie Corio, la actriz adolescente. Como señalábamos antes, entre las virtudes como actor de Paul –a estas alturas de panegírico ya podemos tutearte, ¿no?– está el de avivar poco a poco, muy poco a poco, las brasas del alma. Y cuando el fuego llega, porque siempre llega, lo comprendes todo.

Lo que hace en Aftersun es de un virtuosismo muy poco común. Es verdad que no hay ninguna transformación física extrema (la interpretación de Brendan Fraser en The Whale es eso y mucho más, seamos justos) ni tampoco hay recreación de un personaje real (más justicia, que la de Austin Butler en Elvis también es eso y mucho más). Lo que hay es una minuciosidad delicada y una sensación de honestidad que abre las puertas del pecho de cualquier espectador con cierta sensibilidad. Seguramente faltan fuegos artificiales para optar de verdad a ganar al Oscar, pero la mera nominación es una señal de justicia y también una señal de aprecio a ese público con una mirada especial. Como tú y yo. Y como Angelina.