Los príncipes Guillermo y Kate crean su vida familiar en Norfolk, el lugar en el que Diana de Gales nació y fue feliz
Todo, absolutamente todo, fue cuidadosamente planificado y diseñado para el último impacto mediático de los príncipes de Gales: un vídeo de tres minutos en el que la misma Kate Middleton anunció su recuperación de la enfermedad que la llevó a retirarse de la vida pública al inicio de 2024. Lejos del tropiezo que representó la famosa imagen retocada que les obligó a aclarar el verdadero estado de salud de la princesa, los Gales optaron por una producción en tonos cálidos, profesional y elaborada. Un vídeo que buscaba parecerse a "los de antes", una grabación que evocaba las que realizaban las familias para recordar las tardes veraniegas. Guillermo y Kate, junto a sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, se entregaron a actividades que podrían haber sido sacadas de las obras de Enid Blyton. Los cinco frente a la aventura, los cinco junto al mar, los cinco disfrutando... Los príncipes de Gales no solo recrean para sus hijos una infancia similar a la que relataba la famosa escritora británica en los años treinta, sino que también están reviviendo los años felices que Diana de Gales perdió. Todo ocurre en el mismo lugar, los terrenos de Sandringham en Norfolk; aunque Diana no logró que sus hijos vivieran esa infancia, sí lo están experimentando sus nietos.
Los Windsor cuentan con una amplia gama de residencias oficiales, y los Gales aún más, ya que tras el fallecimiento de Isabel II, el príncipe Guillermo heredó el valioso ducado de Cornualles, la cartera de inversiones más atractiva y rentable de la familia real británica. Desde que Guillermo y Kate se unieron en matrimonio en abril de 2011, han habitado en diversas viviendas, desde un apartamento en los terrenos del Palacio de Kensington hasta Adelaide Cottage en la zona de Windsor, donde estaban cerca de Isabel II durante sus últimos años. No obstante, Anmer Hall, su casa de campo, siempre ha sido su refugio especial y el lugar preferido para pasar temporadas. Por lo tanto, con la princesa de Gales en tratamiento por cáncer, la elección fue evidente: pasar mucho más tiempo en esta elegante residencia de estilo georgiano, un regalo personal de Isabel II a su nieto con motivo de su boda con Kate Middleton. George, Charlotte y Louis, quienes asisten al colegio Lambrook cerca del Castillo de Windsor, han disfrutado de un verano rodeados de naturaleza.
Construida en 1802 y con dos pisos más un desván, la pareja dedicó cuatro años y una considerable suma de dinero a su restauración. En 2015, lograron mudarse a la vivienda. En ese momento, los príncipes estaban enfocados en su matrimonio, el nacimiento de sus hijos y el príncipe se desempeñaba como piloto de helicópteros de emergencia de manera voluntaria, lo que significaba que no estaba completamente inmerso en las actividades institucionales. Sin embargo, esta situación cambió en 2017, cuando su popularidad sufrió una notable caída, en parte porque los británicos, según reflejaban las encuestas de ese entonces, no estaban de acuerdo con que el futuro rey estuviera tan distante de la rutina diaria de la jefatura del Estado.
Anmer Hall se sitúa en los terrenos de la familia real en Sandringham, donde también se halla la residencia donde los Windsor suelen pasar las festividades navideñas. Esta zona está ubicada en la costa del condado de Norfolk, conocido por sus imponentes acantilados y playas intactas. En estos mismos terrenos, antes estaba Park House, el lugar donde nació Diana de Gales el 1 de julio de 1961. Durante generaciones, los Spencer y los Windsor han convivido en las cercanías; Diana misma recordó esto luego de su separación con Carlos de Inglaterra, afirmando que los Spencer son realmente parte de la alta sociedad británica. Con este comentario, quiso resaltar que la Casa Windsor tiene sus raíces en la dinastía alemana de Sajonia-Coburgo y Gotha.
Park House, que se construyó originalmente para alojar a los huéspedes o al personal de la cercana Sandringham House, fue alquilada por la familia de Diana durante el reinado de Jorge V. Esto fue posible gracias a la amistad que mantenía su abuelo materno con el segundo hijo del rey, quien más tarde se convertiría en el rey Jorge VI tras la abdicación de su hermano mayor. Diana de Gales tenía un gran cariño por Park House y confesó que allí fue donde disfrutó los únicos momentos felices de una infancia que ella misma describió como "profundamente infeliz" debido a la complicada relación entre sus padres.
'Era un sitio ideal para unos chicos en plena etapa de desarrollo.'
"Park House era un lugar con un ambiente agradable y una gran personalidad", recordaba Diana. "A diferencia del sombrío esplendor de Althorp, Park House, aunque poseía diez dormitorios, las áreas para el personal, amplios garajes, una piscina al aire libre, una pista de tenis y un campo de críquet -sin mencionar los seis empleados a tiempo completo, incluyendo un chef, un mayordomo y una institutriz, se sentía extremadamente acogedora", relata el libro de Andrew Morton, repleto de minuciosos detalles que hicieron pensar que fue escrito por Diana desde su publicación en 1992, y se confirmó tras su fallecimiento en 1997. Se convirtió en un éxito de ventas y es considerada la obra que mejor captura la perspectiva de la madre de Guillermo y Harry.
Diana De Gales Y Su Infancia En Norfolk
La princesa también evocaba con cariño cómo era su habitación en Park House, un dormitorio de tonos crema desde el cual se podía contemplar el campo, el ganado y los bosques: "Era un lugar idílico para unos niños en plena etapa de crecimiento. Alimentábamos a las truchas del lago de Sandringham House, nos deslizábamos por las barandillas, sacábamos a Jill, nuestra springer spaniel, a dar largas caminatas, jugábamos a las escondidas en el jardín, escuchábamos el susurro del viento entre los árboles y buscábamos huevos de paloma. Durante el verano, nadábamos en la piscina climatizada al aire libre, buscábamos ranas y tritones, hacíamos pícnics en la playa cercana a nuestra cabaña privada en Brancaster y nos divertíamos en nuestra propia casa del árbol". Esta descripción, que Diana de Gales compartió con Andrew Morton, se refleja en el vídeo que los príncipes de Gales grabaron.
Se zambullían en la alberca, exploraban en busca de ranas, disfrutaban de almuerzos al aire libre en la playa y se divertían con su cabaña en el árbol.
En relación con la cercanía de sus vecinos reales, Diana de Gales los caracterizó como parte de un "entorno social" que reflejaba el tipo de familias que podían acceder a ese lugar y a esa vida privilegiada. La princesa Diana aclaró que había conocido a los Windsor desde siempre, aunque no podía afirmar que se visitaran de manera regular. Sin embargo, recordaba que cada verano, ella y sus hermanos eran invitados a Sandringham House para ver la película *Chitty Chitty Bang Bang*, que se estrenó en 1968 y que es una adaptación de otro famoso británico, Ian Fleming, autor de las novelas de James Bond. Con el paso del tiempo y la desilusión que le dejó el final de su matrimonio, Diana expresó que amaba Norfolk, pero que sentía aversión por Sandringham; de la misma manera, adoraba Escocia, pero no disfrutaba de Balmoral. Estas declaraciones se produjeron en un periodo en el que estaba muy lastimada debido al trato que recibía tanto por parte del príncipe Carlos como de la institución.
La Infancia De Lady Diana Se Desmoronó En Dos Etapas
La infancia plena de Diana Spencer se vino abajo en dos etapas: la primera ocurrió cuando se rompió el matrimonio de sus padres, y la segunda, cuando tuvieron que abandonar su hogar para trasladarse a Althorp, la vivienda vinculada al título de conde Spencer que su padre heredó tras el fallecimiento de su abuelo. “El mayor impacto fue cuando mamá decidió irse de casa. Ese es el recuerdo más claro que compartimos los cuatro. Cada uno tiene su propia visión de lo que debió ocurrir y de lo que realmente sucedió”, relató Diana de Gales, recordando que ella solo tenía seis años y estaba parada en la escalera de piedra mientras veía a su madre, Frances Spencer, salir por la puerta de Park House para no regresar. Los niños la visitaban algunos fines de semana, y Diana de Gales recordaba cómo su madre sollozaba en cada despedida.
"Fue un impacto enorme tener que abandonar Norfolk, donde residían todas las personas con las que crecí."
A esta complicada situación se le añadió lo que Diana de Gales, a la edad de trece años, describió como un momento devastador: su traslado a Althorp, en Northampton, en 1975, tras el fallecimiento de su abuelo, el VII conde Spencer. “Fue un impacto enorme dejar Norfolk, porque allí estaban todas las personas con las que había crecido. Tuvimos que mudarnos debido a la muerte de mi abuelo, y nuestra vida dio un giro total. Mi madrastra, Raine, apareció en escena, supuestamente de manera discreta, y solía hacerse la encontradiza con nosotros”, relató en un libro que fue publicado después de su separación del príncipe Carlos, pero antes de firmar el divorcio en 1996.
Después de que la familia de Diana se mudara, Park House atravesó distintas etapas y adquirió un notable interés cuando Lady Di se comprometió con el príncipe Carlos, ya que muchos deseaban visitar el sitio de su nacimiento. La reina Isabel II la destinó a fines benéficos y en la actualidad funciona como un hotel adaptado para personas con discapacidad y sus acompañantes.
