¿Qué santo se celebra hoy, 29 de agosto? Esto es lo que debes saber del santoral de la Iglesia Católica

Que se celebra hoy

La Iglesia Católica Recuerda A San Juan Bautista

El santoral católico es un registro que incluye los nombres de los santos y las fechas en que se celebra su festividad. Esta lista recoge a los santos y beatos que la Iglesia Católica reconoce oficialmente en fechas concretas a lo largo del año. Cada día del calendario litúrgico está asociado con uno o más santos, que son recordados en las ceremonias y plegarias de los creyentes.

La costumbre de festejar el santoral tiene su origen en los primeros tiempos del cristianismo, cuando se comenzó a honrar a los mártires y otros individuos admirables por su vida y su testimonio de fe. Sin embargo, estas conmemoraciones no son únicamente actos simbólicos, sino ocasiones para reflexionar y conectar con los ideales y principios que representan estos personajes.

El calendario de santos es una útil herramienta para conocer la historia del cristianismo y de la Iglesia. Brinda inspiración a partir de las vidas de los santos y actúa como una guía espiritual, proporcionando fortaleza y orientación a través de las vivencias de estos personajes históricos. Además, nos ayuda a recordar y rendir homenaje a figuras significativas para la fe católica, conectando de esta forma el pasado, el presente y el futuro de la Iglesia.

¿Qué Santos Se Festejan Hoy?

Hoy, 29 de agosto, la Iglesia Católica celebra a diversos santos y santas que han dejado una marca en la historia del cristianismo. Cada uno de ellos tiene su propia historia y legado, brindando a los creyentes diferentes ejemplos de virtud y fe.

Hoy la Iglesia Católica celebra la muerte de san Juan Bautista. Este episodio, narrado en los evangelios, es una de las festividades más relevantes en el calendario litúrgico católico, debido al ejemplo de fe y coraje que simboliza.

El Sufrimiento De Juan Bautista

Juan Bautista, el hijo de Zacarías e Isabel y pariente de la Virgen María, es reconocido como el último profeta destacado de Israel antes de la aparición de Jesús. Los evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan narran dos momentos clave de su vida: la ceremonia de bautismo de Jesús en el río Jordán, donde se manifiesta el Espíritu Santo en forma de paloma, y su trágico final al ser decapitado por orden del rey Herodes.

Durante la fiesta de cumpleaños del rey Herodes en su palacio, tuvo lugar el martirio de Juan el Bautista. El profeta estaba prisionero por haberse atrevido a criticar públicamente al rey, denunciando que Herodías, la esposa de Herodes, en realidad estaba casada con su hermano Felipe, conforme a la ley judía.

A pesar de haber sido advertido, Herodes sentía un respeto reverencial por Juan el Bautista, a quien consideraba un hombre recto y virtuoso. Por otro lado, Herodías, llena de rencor, buscaba la forma de deshacerse de él. La oportunidad llegó durante la celebración del cumpleaños, cuando Salomé, la hija de Herodías, cautivó a Herodes con su baile. Asombrado, el rey le prometió solemnemente cumplir cualquier deseo que ella tuviera.

Por sugerencia de su madre, Salomé pidió la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja de plata. Herodes, obligado por su juramento y la presión de sus invitados, decidió cumplir con esta terrible petición. Dio la orden de decapitar al profeta y una vez cumplida, le entregó la cabeza a Salomé, quien a su vez se la mostró a su madre Herodías, llevando a cabo un acto de venganza personal amparado por la autoridad real.

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