Quincy Jones, adiós al genio que hizo rey a Michael Jackson
Quincy Jones, quien murió la noche de este domingo a los 91 años, pudo haber terminado con vidas a través de la violencia en las pandillas de su juventud en las calles de Chicago, pero optó por forjar estrellas en la industria musical, como Michael Jackson, que hoy son parte de la historia.
Todo se transformó con una mudanza. A los 14 años, Quincy Jones se trasladó a Seattle junto a su familia, ciudad donde tuvo sus primeros acercamientos a la música y se unió a varias grupos de soul; a los 17 se mudó a Nueva York, donde comenzó su trayectoria artística.
No había cumplido ni 20 años cuando el joven, descendiente de una abuela esclava, se atrevió a organizar conjuntos de jazz y comenzó a hacerse un nombre entre quienes lo conocían, como Billie Holiday, Ray Charles, Ella Fitzgerald y Charlie Parker. Al mismo tiempo, cultivó una particular afición por la trompeta, llegando a tocarla con gran destreza.
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Quincy Jones es reconocido como uno de los artistas más significativos del siglo XX. Imagen: AP.
Ya había iniciado la trayectoria de quien sería reconocido como uno de los artistas más influyentes del siglo XX. A mediados de la década de 1950, había realizado giras por Sudamérica y Asia como parte de la banda del destacado trompetista Dizzy Gillespie.
Lo conoció cuando tenía 12 años y formaba parte de Los Jackson Five. Posteriormente, tuvo más contacto con él durante la filmación de la película The Wiz, una versión de El Mago de Oz de 1978, en la que Diana Ross asumió el papel principal y Michael Jackson interpretó al espantapájaros.
La gran explosión estaba por llegar. Se centró en la creación de los álbumes "Off the Wall" (1979), "Thriller" (1982) y "Bad" (1987), que en total lograron vender más de 95 millones de copias, catapultando a Jackson a la cima de su trayectoria musical.
A mediados de los años 80, Jones ya había dejado atrás la necesidad de demostrar su valía, sin embargo, todavía asombraría a millones al aceptar la responsabilidad de producir y dirigir la grabación de "We Are the World". Esta canción reunió a 46 artistas reconocidos, y los ingresos generados se destinarían a la lucha contra el hambre en África.
En la década de 1960, Jones mantenía una amistad y trabajaba junto a Frank Sinatra, además de ser uno de los primeros afrodescendientes en alcanzar un puesto directivo en una compañía discográfica, Mercury Records. Esto le brindó la oportunidad de producir álbumes para reconocidas estrellas como Sarah Vaughan y Tony Bennett. Asimismo, en 1964, directivos de industrias cinematográficas también lo consideraron para la musicalización de "The Pawnbroker" (El prestamista), una película dirigida por Sidney Lumet.
Quincy Jones también creó la banda sonora de dos filmes emblemáticos lanzados en 1967: "In the Heat of the Night" (En el Calor de la Noche) e "In Cold Blood" (A Sangre Fría). La primera logró hacerse con un Oscar en la categoría de Mejor Película.
La televisión no se quedó al margen de la participación de Quincy, quien compuso canciones para el programa The Bill Cosby Show y también influyó en decisiones relacionadas con la exitosa serie The Fresh Prince of Bel-Air, protagonizada por Will Smith.
Dentro de su amplio legado, Quincy Jones fue el productor del icónico álbum Thriller de Michael Jackson. Imagen: AP.
Quincy Jones se aventuró en diversos géneros musicales, transitando del jazz al R&B, apropiándose de cada uno de ellos. Trabajó en múltiples facetas, ya fuera como productor, compositor o arreglista, y en su juventud se destacó tocando el piano y la trompeta. En esa época, cuando su madre fue internada en una institución benéfica debido a su diagnóstico de esquizofrenia, alzó su voz en contra de la desigualdad social y la segregación racial. Su música sirvió de plataforma para la voz de numerosos artistas, quienes le deben una parte importante de su éxito.
Su habilidad atrajo la atención de intelectuales, celebridades y artistas, incluido el propio Pablo Picasso, quienes deseaban tener contacto con él debido a su aguda capacidad de análisis. Esto le permitió convertirse en una de las voces más prominentes en el contexto político de Estados Unidos. Además, fue un ferviente defensor de Martin Luther King Jr.
Hoy, personalidades de la música, como Paul McCartney, lamentan la pérdida del productor y del compañero.
“Tenía un talento excepcional y me consideré afortunado de haberlo conocido durante tantos años. Siempre lucía una chispa en su mirada y poseía una actitud optimista y cariñosa.”
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