Colorante para la invisibilidad: crean una pomada que consigue hacer ratones transparentes
El progreso de las últimas tecnologías está reduciendo cada vez más la línea divisoria entre la ficción y la realidad. Desde la capa de invisibilidad de Harry Potter hasta películas como El hombre sin sombra, la idea de volverse invisible ha sido un tema común en la literatura de ficción y fantasía, atrayendo la atención de muchos. Aunque todavía no tenemos coches voladores como los de Regreso al futuro, es posible que estemos más cerca que nunca de lograr la invisibilidad.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford en Estados Unidos ha conseguido volver transparentes a los ratones con una crema a base de colorante. Este tinte logra que la piel se vuelva transparente al modificar la forma en que se dispersa la luz en los fluidos que rodean a las células. Para fabricar la crema utilizaron tartracina, un colorante amarillo que se encuentra en muchos alimentos y tiene la capacidad de absorber toda la luz y bloquearla.
Mezclamos el tinte amarillo, el cual es una sustancia que absorbe la mayor parte de la luz, con la piel, que actúa como un medio de dispersión. Por sí solas, estas dos cosas evitan que la luz las traspase, pero juntas nos permitieron hacer transparente la piel del ratón", explica Zihao Ou, catedrático de física en la Universidad de Standford y líder de la investigación.
Los hallazgos de la investigación ya fueron publicados en la revista Science, donde se explica que, al pasar la luz de un material a otro con diferente capacidad de refracción, se dispersa en todas direcciones, lo que resulta en un material opaco. Cuando los materiales tienen el mismo índice de refracción, los rayos de luz pueden pasar a través del límite de manera más profunda, lo que produce transparencia. Algunos seres vivos, como las ranas de vidrio o los peces cebra, poseen esta característica de forma innata.
Los científicos hallaron que la tartracina, presente en sopas en polvo, golosinas y bebidas gaseosas, podía absorber una cantidad específica de luz de un tono preciso, lo que modificaba el índice de refracción del líquido alrededor de las células y disminuía significativamente la dispersión de la luz, es decir, lo hacía más claro.
Los investigadores de Standford aplicaron una combinación de agua y un tinte amarillo en la piel de un ratón. En pocos minutos, lograron observar con gran detalle los capilares sanguíneos, los órganos e incluso la contracción de los músculos del tracto digestivo.
Después de esto, se enjuaga el colorante y la piel vuelve a su estado normal. En caso de que el tinte haya penetrado más profundamente, el organismo puede eliminarlo a través de la orina.
Además de ser fascinante, este descubrimiento científico tiene potenciales aplicaciones muy beneficiosas en el campo de la medicina. Ou señala que en el futuro, esta tecnología podría mejorar la visibilidad de las venas para la extracción de sangre, facilitar la eliminación de tatuajes con láser o contribuir en la detección temprana y tratamiento del cáncer.
