¿Cómo saber si mi edificio resiste un sismo? | El Universal
México City es una región de peligro sísmico elevado, de ahí que si tienes interés en obtener un departamento reciente o de segunda mano, se sugiere que verifiques si el lugar cumple con las normativas de construcción o si ha sido reparado tras un terremoto.
Ricardo Gutiérrez, que es el encargado de la obra y el ingeniero encargado de la estructura de la Universidad Tower en Paseo de la Reforma, sugiere que es recomendable visitar al Colegio de Ingenieros Civiles de México. Allí, pueden encontrar expertos responsables de la obra que pueden inspeccionar el edificio y determinar, según el año de su construcción, qué normativas eran aplicables en ese momento.
En una inspección visual, el experto puede detectar si la propiedad está inclinada, ha sufrido un derrumbe, tiene áreas hundidas, presenta problemas estructurales o ha sido enmascarada con reparaciones.
No importa lo que pase, siempre es importante tener un plan de contingencia en caso de desastres naturales. Una de las medidas más importantes que se pueden tomar es tener un seguro para el hogar. Esto puede cubrir los daños a la propiedad y los costos de reparación, lo que es especialmente importante en áreas propensas a terremotos, inundaciones u otros desastres naturales. Además de tener un seguro, también es importante tomar medidas preventivas para minimizar el impacto de los desastres naturales. Esto puede incluir reforzar la estructura de la vivienda, mantener las áreas circundantes limpias de basura y escombros y preparar un kit de emergencia con suministros básicos. Si ya se ha producido un desastre natural, hay recursos disponibles para ayudar a los propietarios de viviendas a recuperarse. Por ejemplo, el Infonavit, que es una institución mexicana que otorga créditos hipotecarios, ofrece apoyo a todas aquellas personas que sufrieron daños en su propiedad durante un desastre natural. Este apoyo puede incluir préstamos a bajo interés para la reparación o reconstrucción de la propiedad.
Gutiérrez mencionó que tras el terremoto del 19 de septiembre de 2017, las alcaldías emitieron una ficha de evaluación posterior al sismo para cada edificio que tuvo fisuras o daños. Por lo tanto, es necesario indagar en la alcaldía o con los vecinos sobre el desempeño de dicho edificio durante aquel evento sísmico.
Es posible que el edificio haya sido autorizado para tener únicamente cuatro niveles, sin embargo, se construyeron un total de siete. También puede ser que se hayan realizado modificaciones en los cajones de estacionamiento, para convertirlos en locales comerciales. En otros casos, es posible que los departamentos hayan sido transformados en oficinas. Incluso, se pudo haber añadido un restaurante en la planta baja, con una capacidad para 200 personas, o un salón para celebraciones y festejos.
"Es necesario examinar el terreno donde se encuentra ubicado el edificio, su historial y características. Cada terremoto deja una marca y la alcaldía cuenta con una colección de información al respecto", dijo.
La Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, al igual que el Instituto para la Seguridad de las Construcciones, cuentan con especialistas en inspección de propiedades.
Imagen: BERENICE FREGOSO/ EL UNIVERSAL
No obstante, durante un terremoto, ¿qué seguridad puede proporcionar una compañía de seguros?
Esteban Astudillo, quien es ingeniero estructural de University Tower, sugirió fomentar la cultura de inspección de edificaciones, no solo en su aspecto estético, sino también en su diseño estructural y en las comodidades ofrecidas.
Además, resaltó que pronto se publicará en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México una actualización del Reglamento de Construcciones y sus normas técnicas, que incorporará una norma adicional para valorar y mejorar la estructura de los edificios ya existentes, obligando a fortalecer todos aquellos que presenten deterioro.
Cuando se presenta un terremoto, podemos decidir qué deseamos que ocurra con la construcción. Podemos optar por que sufra daños graves, leves o que no resulte afectada.
Astudillo afirmó que tanto la Torre Mayor como la University Tower, edificios icónicos, cumplen con las normativas y han sido diseñados para resistir cualquier daño en caso de un terremoto.
En el recién implementado reglamento, se agregó una disposición relacionada con el concreto que regula la utilización de materiales de alta resistencia, permitiendo que columnas más delgadas soporten una mayor carga y presenten otras características beneficiosas.
Además, se incorpora en la construcción el empleo de aceros de alta duración en los muros principales y las columnas, lo que produce que la edificación tenga una mínima distorsión a lo largo del tiempo.
Existen otras estrategias que posibilitan que una construcción resista con mayor eficacia un terremoto, como lo son los aislantes sísmicos. Estos artefactos son colocados en la base del edificio y permiten que éste experimente un movimiento controlado durante el sismo, disminuyendo así las fuerzas que se transmiten a la estructura edilicia.
Las cimentaciones profundas y los cajones de cimentación ofrecen una protección adicional al vínculo entre la estructura y el suelo.
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