Sismo de magnitud 4.5 con epicentro en Baja California Sur

De acuerdo con el reporte del Servicio Sismológico Nacional (SSN), a las 5:58 horas del centro (11:58 UTC) del 3 de septiembre, se produjo un temblor con una magnitud de 4.5 cerca de San José del Cabo.

Los reportes iniciales indican que el lugar donde se originó el terremoto se encontraba a una distancia de 4 kilómetros al suroeste de la ciudad en el estado de Baja California Sur, y se registró a una profundidad de 5 kilómetros.

En caso de un terremoto de gran magnitud, es aconsejable no hacer caso de chismes ni información incorrecta, y solo buscar información en sitios confiables, como las autoridades de Protección Civil a nivel local, estatal y federal, según lo recomendado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Después de un temblor, es importante inspeccionar tu hogar en busca de posibles daños, utilizar tu teléfono solo en caso de urgencia, evitar encender fósforos o velas hasta verificar que no haya fugas de gas y estar atento a posibles réplicas del terremoto.

Además, es recomendable tomar las siguientes precauciones antes de un sismo: elaborar un plan de emergencia familiar, practicar evacuaciones en simulacros, localizar áreas seguras en el hogar, colegio o trabajo, y preparar una mochila de supervivencia.

Ante un terremoto, es importante mantener la tranquilidad y permanecer en un lugar seguro, evitando objetos que puedan caer. Si estás dentro de un vehículo, estaciona y aléjate de edificios, árboles y postes. En caso de estar en la costa, es recomendable alejarse de la playa y buscar refugio en zonas elevadas.

México está ubicado en una región con una intensa actividad geológica, lo que lo pone en constante peligro de sufrir este tipo de fenómenos naturales. Los terremotos de 1985 y 2017 son ejemplos de esto, ya que causaron daños significativos, aunque no son los más fuertes que ha experimentado el país a lo largo de su historia. A pesar de esto, siguen siendo los que más impacto han tenido en la memoria de la población local y extranjera.

En la era colonial, se produjo el sismo más potente jamás registrado en lo que ahora es México. Este se registró el 28 de marzo de 1787 en Oaxaca y alcanzó una magnitud de 8.6 en la escala de Richter. La sacudida fue tan intensa que no solo hizo temblar la tierra, sino que también desencadenó un tsunami que avanzó 6 kilómetros tierra adentro.

Según el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), es probable que el país se vea enfrentado a eventos sísmicos similares en un futuro cercano, y no como un hecho aislado. En un estudio realizado en 2009 sobre el evento mencionado, se determinó que la zona entre las costas de México y Centroamérica podría experimentar terremotos de una magnitud similar. La Brecha de Guerrero, ubicada en esa zona, tiene un alto potencial geológico para desencadenar catástrofes de grandes dimensiones.

Sin embargo, temblores de menor magnitud también pueden causar grandes daños. Entre 1985 y 2017, los habitantes de México quedaron sorprendidos al ver cómo la Ciudad de México se sumía en el caos debido a dos terremotos de menor intensidad que el de 1787.

En relación al sismo de 1985, tuvo lugar el 19 de septiembre de ese año a las 7:19 de la mañana en la zona horaria local (13:19 UTC), con el epicentro ubicado en Guerrero y una magnitud de 8.2. Desde ese momento, se pensó que no ocurriría algo similar de nuevo, pero sorprendentemente, se repitió exactamente 32 años después.

El sismo de 2017 tuvo lugar a las 13.14 horas hora local (18.30 UTC) en la zona limítrofe entre los estados de Puebla y Morelos, causando 369 muertes en el centro de México.

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