Sismo de magnitud 4.0 se registra en Chiapas
El SSN notificó acerca de un temblor de 4.0 de magnitud sucedido hoy 20 de marzo, cerca de Cintalapa, a las 2:40 de la hora local (8:40 UTC).
Se ha informado de manera preliminar que el sismo ocurrió en el estado de Chiapas, a una distancia de 25 km al noroeste de la ciudad; su epicentro se situó a una profundidad de 164.4 km y los habitantes de la zona sintieron su impacto.
En caso de un terremoto significativo, el Cenapred pide a la población que evite la propagación de rumores y noticias falsas, y que busque información únicamente en fuentes oficiales como las autoridades de Protección Civil (tanto locales, estatales como federales).
Luego de un temblor, revisa tu hogar en busca de cualquier daño, usa tu teléfono únicamente si hay una emergencia, no enciendas fósforos o velas hasta que estés seguro de que no hay fugas de gas y ten en cuenta que hay posibilidad de sismos secundarios, así que mantén tu atención.
Previo a un sismo, también es vital que tomes en cuenta las siguientes acciones: elabora un plan de acciones civiles, involúcrate en prácticas de evacuación, identifica las áreas seguras en tu casa, escuela u oficina y arma una bolsa con artículos de emergencia.
Cuando se produzca un terremoto, es importante mantener la serenidad y buscar un lugar resguardado, evitando áreas con objetos susceptibles de caerse. Si estás en un vehículo, detente y trata de alejarte de edificios, árboles y postes. En caso de estar cerca de la costa, trata de desplazarte hacia un lugar elevado y alejado de la playa.
La ubicación de México se caracteriza por una actividad geológica elevada, lo que lo expone en forma continua a riesgos de eventos sísmicos. Los terremotos de 1985 y 2017 fueron ejemplos de ello, produciendo importantes daños, pero no siendo los más grandes de la historia de México. Sin embargo, permanecen en la memoria tanto de los habitantes locales como de los visitantes extranjeros.
El sismo más intenso registrado dentro del actual territorio mexicano tuvo como origen Oaxaca. Fue el 28 de marzo de 1787 y alcanzó una magnitud de 8.6. No solo la tierra se estremeció, sino que también el mar expresó su enfado con un tsunami que llegó a avanzar más allá de 6 kilómetros de la costa.
Los expertos del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) aseguran que es posible que se presenten eventos similares próximamente. Estas conclusiones surgieron de un estudio realizado en 2009 que analizaba el suceso mencionado. De acuerdo con este estudio, México y Centroamérica podrían experimentar terremotos de magnitud comparable debido al potencial geológico de esta zona ubicada en la Brecha de Guerrero.
No obstante, no se requiere una intensidad tan elevada para causar caos. Los habitantes de México recuerdan los temblores de menor magnitud de 1985 y 2017. En esas situaciones, tanto la ciudad capital como los estados aledaños quedaron afectados por los descomunales efectos de estas sacudidas.
El terremoto del 19 de septiembre de 1985 tuvo lugar a las 7:19 am, hora local (13:19 UTC), con una intensidad de 8.2, y su epicentro se localizó en el estado de Guerrero. Tras ese sismo, se pensó que no volvería a suceder algo similar, no obstante, exactamente 32 años después ocurrió uno nuevo.
El sismo de dos mil diecisiete ocurrió a la una y catorce de la tarde en horario local (dieciocho y treinta UTC), teniendo epicentro en la frontera de los estados de Puebla y Morelos, y resultando en la pérdida de trescientas sesenta y nueve vidas en la región central del país.
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