Sismo de magnitud 4.0 se registra en Guerrero
En Cd Altamirano se sintió un sismo de 4.0 de magnitud con una profundidad de 57.1 kilómetros.
De acuerdo con datos preliminares del Servicio Sismológico Nacional (SSN), un temblor tuvo lugar el pasado 20 de marzo a las 3:05 am hora del centro (9:05 am UTC). El epicentro se encontraba a 37 km al sur de la ciudad del estado de Guerrero.
Cuando sucede un terremoto importante, el Cenapred emite una advertencia para evitar creer chismes, ni información engañosa. Es mejor informarse solo en fuentes oficiales, como los cuerpos de Protección Civil, tanto los de la localidad y el estado, como los federales.
Después de un temblor, revisa tu hogar en busca de posibles desperfectos. Utiliza tu teléfono móvil solo en caso de emergencia, no enciendas fósforos ni velas hasta que te asegures de que no hay una fuga de gas y ten en cuenta la probabilidad de réplicas del terremoto, por lo que resulta importante permanecer atento.
Además, es posible tomar las siguientes precauciones previas a un sismo: elaborar un plan de seguridad civil, asistir a ensayos de evacuación, identificar las áreas de resguardo en tu hogar, centro educativo o oficina y preparar una bolsa con suministros de emergencia.
Ante un temblor, es importante mantener la serenidad y permanecer en una zona segura, evitando cercanía con objetos que puedan desplomarse. Si te encuentras en un vehículo, es necesario estacionarte y alejarte de edificios, árboles y postes. Si estás en la costa, es aconsejable abandonar la playa y buscar resguardo en áreas elevadas.
México está situado en una región de intensa actividad geológica, lo que lo hace vulnerable a estar siempre expuesto a la posibilidad de enfrentar terremotos. Los sismos de 1985 y 2017 fueron evidencia de ello, ya que causaron considerables daños, a pesar de que no constituyeron los más fuertes en la historia del país. Aunque, estos dos sismos son uno de los más recordados tanto por los ciudadanos nacionales como por los visitantes extranjeros.
El 28 de marzo de 1787, en una ciudad de Oaxaca en la época colonial, se produjo un fuerte terremoto que ha sido el más intenso registrado hasta la fecha en México. Este movimiento telúrico alcanzó una magnitud de 8.6 y fue seguido por un tsunami que llegó al interior de la costa, alcanzando los 6 kilómetros.
En 2009, el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) llevó a cabo una investigación en torno al terremoto del 28 de marzo de 1787, encontrando que terremotos de gran magnitud, iguales o superiores a 8,6, son posibles en un futuro cercano. Esta actividad sísmica tendría lugar en las costas de México y Centroamérica, en la Brecha de Guerrero, una zona que ha acumulado una significativa cantidad de energía.
Incluso los temblores de menor grado tienen la capacidad de causar grandes estragos, como sucedió en los terremotos de 1985 y 2017. En esas ocasiones, la gente que habitaba en la Ciudad de México fue gravemente afectada, lo que llevó tanto a las autoridades gubernamentales como a los ciudadanos comunes a dedicarse a la labor de reconstruir edificios e infraestructuras.
El 19 de septiembre de 1985, un terremoto de magnitud 8.2 sacudió el estado de Guerrero a las 7:19 am, horario local (13:19 UTC). Tras este evento, muchos creyeron que nunca volverían a experimentar algo así; sin embargo, exactamente 32 años después, ocurrió otro sismo.
En 2017, un terremoto ocurrió a las 13:14 hora del centro (18:30 UTC) en los estados de Puebla y Morelos. Resultaron 369 personas fallecidas a causa del sismo.
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