Steve Albini, el músico que cargó contra la industria musical y contra sí mismo

11 días atrás
Steve Albini

El mundo del indie-rock está en shock por la trágica muerte de Steve Albini, el líder de Big Black y Shellac, y el productor detrás de los álbumes de Nirvana, PJ Harvey, y Pixies. Aunque la noticia es devastadora, es importante mencionar que nueve meses antes, en agosto, el músico y productor americano concedió una entrevista al periódico The Guardian que conmovió a muchos en la escena alternativa. En esta, Albini se disculpó por su pasado comportamiento en la industria musical y su falta de consideración hacia el daño que podía causar. Siempre conocido por ser un hombre directo y sin pelos en la lengua, Albini admitió sus errores y su arrepentimiento, lo que le convirtió en un defensor aún más firme de la ética punk. A pesar de su fallecimiento, su legado continúa como un recordatorio de la importancia de la honestidad y la autocrítica en la música y en cualquier otra industria.

Steve Albini - Figure 1
Foto eldiario.es

Durante más de cuatro décadas, Albini se destacó como músico, ingeniero de grabación y crítico en el mundo independiente. Sus famosos discos como líder de Big Black, Rapeman y Shellac, así como sus sesiones en los estudios de Electrical Audio y sus opiniones sobre otras bandas y el funcionamiento de la industria musical lo convirtieron en una celebridad. Sus comentarios mordaces en fanzines le valieron tanto admiradores como enemigos, incluso prohibiciones en salas de conciertos en su ciudad, Chicago. Albini nunca fue sutil. El primer disco exitoso que salió de su estudio fue Surfer Rosa de Pixies, pero no dudó en criticarlos al llamarlos "cuatro vacas más deseosas de ser paseadas". Así de contundente era.

La música producida por sus bandas siempre buscaba retar al oyente con sonidos intensos, agresivos, rudos, obsesos, toscos. Era como si fuera un jabalí furioso buscando confrontación. Su actitud verbal solía ser muy parecida. Las letras y temas de sus canciones eran el punto de encuentro entre su música y opiniones. Ambos buscaban generar choque y tensión en el oyente. Por esta razón, algunas canciones como Jordan-Minessotta, Racer-X, Seth y Pray I Don’t Kill You Faggot le habían dado el sobrenombre de racista, misántropo y homófobo.

Posible Opción: "El Chico Genial Con Retraso"

El libro excepcional escrito por el periodista Michael Azerrad, "Nuestra banda podría ser tu vida", presenta retratos de bandas de la escena alternativa de los años 80 en Estados Unidos. En este libro, se describe a Steve Albini como un joven flaco y poco popular entre sus compañeros de clase, así como con pocas posibilidades con las chicas. Se refugió en el punk-rock y leía con avidez el fanzine "The Coolest Retard" ("El retardado más molón"). Albini era considerado como un 'freak' y su agresividad verbal ayudó a encontrar su lugar en el mundo. Según Azerrad, "era una manera de manifestar su instinto de supervivencia, ya que había sido objeto de burlas toda su vida". El libro también relata una situación muy impactante y difícil de creer: después de un accidente en moto, Steve recibió varias llamadas anónimas en el hospital celebrando el dolor que estaba sufriendo esos días.

De cualquier manera, la música de su primer grupo importante, Big Black, necesitaba ser igual de cruel y dolorosa. Durante varias décadas, Steve Albini llevó al extremo esa hostilidad sónica y verbal que se resume en una frase impresa en el disco en vivo de 1987 Pigpile: "Trata a todo el mundo con el respeto que merece (y no más)." Rara vez se ha utilizado un paréntesis de manera tan poderosa y amenazante. Pero así era Steve Albini: aquellos que piensan que Federico Jiménez Losantos es un genio del insulto, deberían revisar sus escritos fanzineros.

A pesar de todo, Albini siempre afirmó que en la vida lo importante no son las palabras, sino las acciones. Y en este sentido, fue extremadamente firme. Su banda Big Black nunca tuvo un manager, abogado o representante de ningún tipo. Ellos mismos organizaban sus giras y negociaban los acuerdos discográficos sin firmar contratos. Esta actitud autosuficiente y desconfiada de la industria musical, que practicaban desde los años 80, le permitió convertirse en un defensor de la independencia hasta el final. Solo necesitas buscar los discos de Big Black, Rapeman o Shellac en Spotify para darte cuenta de que no hay ninguno disponible.

Protección Contra La Industria

Cuando Albini comenzó a involucrarse en el mundo de la música, sus arrebatos ya no iban dirigidos principalmente hacia otros músicos, sino que se enfocaron en la industria musical en sí. Fue entonces cuando encontró su insaciable odio, y así se ganó la reputación de un protector obstinado de la independencia artística. En su estudio de grabación, no admitía managers ni asesores, sino solo músicos. No acataba órdenes de discográficas, solo atendía a las solicitudes de bandas. Nunca firmó como productor, solo colocaba los micrófonos y pulsaba los botones, actuando como ingeniero de sonido. Con su estilo característico, solía decir: "Trabajar con grupos no implica compartir ninguna responsabilidad por sus pobres gustos y errores".

Sin embargo, él nunca quiso recibir un porcentaje de beneficios por los discos que producía, incluso habiendo trabajado con bandas como Nirvana, lo que podría haberlo hecho millonario. No solo no se enriqueció a costa de su trabajo, sino que también denunció públicamente la alteración de mezclas de dos singles por parte de la discográfica Geffen. Todo esto demuestra su ética y compromiso con el arte. Sabía que la industria musical estaba llena de tiburones, pero convirtió su estudio en un lugar seguro y libre de presiones comerciales, donde los músicos podían grabar la mejor versión de su obra. En un mundo donde los productores iluminados exigían parte del botín a cambio de sus ideas, su postura era valiente y admirable.

En 1998, lo entrevisté por correo electrónico en una época en la que esta forma de comunicarse no era común. En mi última pregunta, le pregunté cómo podría saber si realmente era él quien respondía. Su respuesta fue contundente: "¿Cómo puedo saber si realmente eres tú quien hace la pregunta?". Siempre fue honesto, aunque a veces fuera hiriente. La primera vez que tocó con Shellac en el Primavera Sound del Parc del Fórum, se quejó del mal olor proveniente de la depuradora de agua, aunque finalmente se convirtió en un habitual del festival. Aunque no bebía, su gran pasión era el póker porque le permitía mentir, algo que nunca haría en su vida cotidiana pero que era imprescindible para ganar. Ganó una gran cantidad de dinero, posiblemente más que vendiendo discos.

Tiempo Largo Para Reflexionar

La pandemia llegó y el estudio de grabación de Albini quedó vacío. Antes, él solía recibir tres solicitudes diarias para grabar grupos, pero ahora tenía tiempo de sobra para reflexionar y publicar en Twitter. El 13 de octubre de 2021, Albini lanzó un hilo de frases, admitiendo que él y sus colegas habían subestimado la lucha por la igualdad y la inclusión. Pensaba que la sociedad ya había avanzado lo suficiente como para no lastimar a nadie con sus canciones sarcásticas e irónicas. En su confesión, se disculpó por canciones como "Reza para que no te mate, maricón". Más adelante en una entrevista con el periodista Jeremy Gordon, declaró que se avergonzaba de estas canciones y no esperaba compasión por parte de nadie.

El guitarrista de Big Black, Santiago Durango, una vez llamó al grupo "un grupo de individuos frustrados". Albini había desafiado los límites de lo que hoy conocemos como corrección política y aunque lo hizo con sarcasmo e ironía, Big Black se convirtió en un imán para aquellos que tenían problemas para comprender lo que leían y escuchaban. En 1985, dedicar una canción a Benito Mussolini, el dictador italiano, no fue una idea brillante. Si bien en aquel entonces creía que la extrema derecha era solo un grupo de perdedores, ahora se da cuenta de que incluso si la extrema derecha ganara terreno, no afectaría su vida.

En la industria musical, resulta complicado envejecer, especialmente si eres un ícono reconocido por tu autenticidad. El riesgo del conservadurismo y la crítica constante siempre se encuentra presente. Sin embargo, Steve Albini ha brindado una valiosa aportación al respecto. Él admite, con sinceridad y humildad, que estaba equivocado en su actitud pasada. El cambio en la cultura actual brinda un contexto, pero no es una excusa. La lección aquí es reconocer y admitir tus errores públicamente, ya que si tienes la valentía y el ingenio para ofender a otros, también deberías tener la capacidad de asumir la responsabilidad de tus equivocaciones.

Una manera efectiva de detectar si estás equivocado es prestar atención a quién está de acuerdo contigo. En otras palabras, como dijo Albini: "Si en una discusión descubres que la persona menos inteligente está de tu lado, significa que estás del lado equivocado". Esta cita se popularizó como titular en The Guardian. En última instancia, es un gran homenaje a este ícono del indie rock: un músico valiente, un trabajador incansable (aparece en más de 1,400 discos), un consejero directo, un amigo leal y, por supuesto, un modelo a seguir. Para muchos de sus seguidores, el verano pasado Albini enseñó la lección más valiosa de su ilustre carrera musical y humana.

El artículo que leí hoy tenía un final que daba la impresión de ser una despedida. Albini recién había cumplido 60 años y mencionaba que a esa edad su padre había empezado a perder su audición. Debido a esto, temía que si le pasaba lo mismo, no podría grabar muchos más discos en su estudio y tampoco podría seguir dando conciertos. Ante esta situación, el periodista le preguntó cómo le gustaría que lo recordaran si parara de trabajar en ese mismo momento. La respuesta de Albini fue simple y directa: no le importaba en lo más mínimo. No era una respuesta sorprendente.

Después de transcurridos nueve meses, sufrió un infarto que lo llevó directo a su tumba.

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