Sismo de magnitud 4.2 con epicentro en Cihuatlán
Se detectó un terremoto en Cihuatlán a las 15:22 horas del centro (21:22 UTC) del día 20 de abril, con una intensidad de 4.2 en la escala de magnitud y una profundidad de 16.2 kilómetros.
De acuerdo con los datos provisionales del Servicio Sismológico Nacional (SSN), el epicentro del temblor se situó a 177 km al suroeste de la ciudad, en el estado de Jalisco.
Cuando ocurre un terremoto de gran magnitud, el Cenapred aconseja no dejarse llevar por chismes o informaciones falsas y únicamente buscar información en fuentes oficiales como las autoridades de Protección Civil a nivel local, estatal y federal.
Después de un terremoto, inspecciona tu casa para detectar cualquier posible daño, limita el uso de tu teléfono a situaciones urgentes, no enciendas cerillas ni velas sin estar seguro de que no hay una fuga de gas y ten en cuenta que pueden producirse replicas del temblor, por lo que mantenerse alerta es crucial.
Antes de un terremoto, es recomendable tomar ciertas precauciones, como elaborar un plan de protección civil, llevar a cabo simulacros de evacuación, identificar las áreas seguras en el hogar, escuela o lugar de trabajo, y tener una mochila de emergencia preparada.
Mantén la serenidad durante un temblor y busca un espacio seguro para resguardarte, evita estar cerca de objetos que puedan caer sobre ti. Si te encuentras conduciendo, detente y aléjate de construcciones, árboles o postes. Y si te hallas en las cercanías de la playa, busca un lugar elevado y alejado del mar para protegerte.
México ha enfrentado este tipo de eventos naturales en varias ocasiones debido a su ubicación geográfica. En 1985 y 2017 hubo terremotos que produjeron una gran destrucción en el país. Aunque estos incidentes son muy populares, no son los peores que ha experimentado la nación en términos de fuerza sísmica.
El país experimentó el terremoto más intenso registrado el 28 de marzo de 1787. El epicentro fue en Oaxaca, que en aquel entonces era un punto central de la colonia española, y tuvo una magnitud de 8.6. El evento fue tan poderoso que provocó un tsunami que se extendió hasta 6 kilómetros tierra adentro.
El Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) alcanza la conclusión de que lo ocurrido no es un hecho esporádico y es probable que el país enfrente una situación semejante en el futuro cercano. De acuerdo a los estudios hechos en 2009 para examinar el mencionado evento, la región situada entre las costas de México y Centroamérica podría presentar terremotos de una magnitud parecida. La Brecha de Guerrero, en esta área, cuenta con un enorme potencial geológico que puede desencadenar eventualidades de tales magnitudes.
A pesar de ello, un evento sísmico de menor magnitud no garantiza que los edificios e infraestructura sufran menos daño. Como ejemplo, en Ciudad de México en 1985 y 2017 se produjeron dos terremotos que causaron una devastación significativa y marcaron un antes y un después en la vida de sus habitantes.
Referente al terremoto de 1985, ocurrió en el estado de Guerrero el día 19 de septiembre a las 7:19 am hora local (13:19 UTC), con una intensidad de 8.2 en la escala Richter. Se pensó que nunca se volvería a repetir algo similar, sin embargo, de manera fortuita, sucedió de nuevo en la misma fecha 32 años después.
En el año 2017, un terremoto tuvo lugar a las 13:14 horas en la zona horaria local (18:30 horario UTC) en los bordes de los estados de Puebla y Morelos, y resultó en 369 muertes en el centro de México.
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