'The Boys' se enfrenta a su mayor villano: la realidad de la que queremos abstraernos

The Boys

En la televisión, existen series que conocen su propia esencia. Aunque los showrunners deberían estar al tanto de los detalles de su proyecto como la estructura de la trama, los personajes y su reparto, y el equipo técnico que participa, esto es diferente a escuchar ese sonido de cuando toda la maquinaria encaja al unísono. Esta tranquilidad brinda confianza al espectador, el cual se sumerge en la ficción con la certeza de que será como tiene que ser. Y cuando una serie como The Boys tiene una meta alta y consigue operar con tal precisión y conocimiento, la alegría es inmensa.

No puedo precisar el instante preciso en que ocurrió el cambio en The Boys, pero se hizo evidente para todos durante la segunda temporada. En parte, esto se debe al enfoque de emitir la serie en un formato híbrido por parte de Prime Video: tres episodios lanzados de inmediato y los demás emitidos semanalmente con el fin de fortalecer la comunidad. Durante estos primeros episodios, se notó cómo el creador y showrunner Eric Kripke usó su experiencia en televisión tradicional para estructurar la narración.

The Boys Triunfa Con Maestría Y Hazañas En La Pantalla

Comprendía además que en el terreno dramático el nivel de los personajes debía mantenerse elevado, sin límites para el humor y con chistes que fueran coherentes con un discurso provocativo que abogara en contra del capitalismo y del posfascismo. En el género de los superhéroes, era necesario ser subversivo y abordar las preguntas que cualquier adolescente aburrido y rebelde pudiera plantear.

¿Qué ocurriría si hubiera una habilidad sobrenatural que consistiera en poseer un miembro viril enorme? ¿Y si, en un momento de aceleración desmedida, provocaras la explosión corporal de tu compañera sexual? ¿Qué consecuencias traería que Ant-Man se adentrara por el conducto urinario hasta la próstata y regresara a su tamaño original a mitad de camino? Finalmente, ¿y si la aparentemente bondadosa Wonder Woman se mostrara en el fondo como una persona de ideología nazi, dispuesta a aniquilar a todos aquellos cuya piel no siguiera el patrón blanco pantone?

¿Cuál es la opción que tienen los héroes ante la figura de la vicepresidenta estadounidense Patriota o Neuman, conocida por su capacidad para hacer explotar cabezas?

Vivimos en una época donde la cantidad de series de televisión producidas es tal que la mayoría de ellas no logran sobresalir entre tanta competencia (conocido como el pico de la TV). Kripke encontró una fórmula única para destacar. The Boys es un programa popular con un humor irreverente y pensado para generar memes y conversaciones, a la vez que presenta conflictos dramáticos y tragedias que involucran mínimamente al público.

Teniendo eso en cuenta, es importante reconocer en qué momento de la trama nos encontramos. El cierre de la tercera temporada nos dejó con un impresionante momento en el cual el Patriota, un personaje que sabíamos era un psicópata pero que Vought International promocionaba como el héroe americano, cometió un asesinato después de que alguien lanzara un botellín de agua en dirección a su hijo.

“Aplausos Al Patriota” Preocupan Por Parecer Reales

Luego de un incómodo silencio, los aplausos y la siniestra sonrisa de Antony Starr impactaron al público con la cruda realidad de que no es descabellado ni raro que una multitud aplauda cuando un tipo con características fascistas comete un asesinato vestido con capa.

Hemos sido testigos del asalto al Capitolio, al igual que del avance de partidos de ultraderecha (y de influencers con un perfil de incel) en toda Europa. A diario presenciamos cómo un sector de la sociedad no valora la verdad, sino que se rinde ante un discurso corrupto que vende una falsa sensación de seguridad. En este contexto, la izquierda se muestra incapaz de establecer un discurso coherente para abordar los problemas de la ciudadanía de manera atractiva y efectiva, especialmente en una era de redes sociales y criptobros.

La política ocupa un lugar de máxima importancia.

Se reconoce que The Boys es excepcional en lo que hace. Como serie, se distingue por incluir en cada episodio los elementos adecuados, brindando una experiencia gratificante y en línea con la visión creativa del equipo. No obstante, con la cantidad de momentos de impacto que ha presentado, corre el riesgo de repetirse y generar una sensación de déjà vu que afecte a su calidad. Asimismo, debe afrontar su mayor desafío: la realidad que pretendemos evadir.

¿Cuál es la medida en la que estamos dispuestos a transformar lo que conocemos como diversión en nuestra peor pesadilla de manera tan inmediata?

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