Estos Lakers no van a ningún sitio: paliza de los Timberwolves y horrible LeBron
Primero fueron los Nuggets, luego los Suns y, anoche, los Minnesota Timberwolves que pusieron en evidencia la falta de seriedad de los Lakers, representados por JJ Redick y LeBron James, en su lucha por el campeonato. Los Timberwolves, que aún tienen un récord negativo en la Conferencia Oeste (9-10) y lidiando con conflictos internos que llegan hasta la dirección del equipo, propinaron una aplastante derrota de 109-80 a los de púrpura y oro. En menos de dos semanas, los Lakers han sufrido derrotas por 25 puntos o más frente a estos tres oponentes, además de una caída ajustada contra los Thunder el viernes (93-101).
LeBron, contagiado por la racha negativa que afecta al equipo de Los Ángeles -con 5 derrotas en sus últimos 7 encuentros-, tuvo un desempeño insoportable, anotando solo 10 puntos con un poco efectivo 4 de 16 en tiros de campo y 0 de 4 en triples. Sin embargo, logró mantener su impresionante racha de anotaciones en dobles dígitos desde enero de 2007. El Rey, que sumó 8 rebotes y 4 asistencias, pero también acumuló 6 pérdidas, ha caído en un notable bache en su tiro de larga distancia, con un 0 de 19 desde más allá de la línea de 7,25 en los últimos cuatro partidos, a pesar de estar promediando el mejor porcentaje de su carrera con un 45%, cifra que ahora se ha desplomado a un 34,5%.
Anthony Davis también tuvo un mal desempeño, registrando un doble-doble con 12 puntos y 8 rebotes, pero con un pobre 4 de 14 en tiros de campo. De manera irónica, y en un claro reflejo del caos y la falta de rumbo que atraviesan unos Lakers que parecen perdidos, D’Angelo Russell se destacó como el jugador más eficaz del equipo, anotando 20 puntos con un 8 de 12 en tiros de campo y un 4 de 5 en triples, todo esto desde el inicio del partido.
Recuperando gran parte de su esencia, la que los llevó a las Finales de Conferencia la temporada anterior, los Timberwolves consolidaron su valiosa victoria gracias a una destacada actuación defensiva que superó la mala jornada de Anthony Edwards, quien anotó solo 8 puntos con un 3 de 13 en tiros.
El enfrentamiento entre Julius Randle y Rudy Gobert se convirtió en un espectáculo en Minnesota, donde el exjugador de los Lakers anotó 18 puntos, mientras que Gobert contribuyó con 17 puntos y 12 rebotes. Este último demostró una notable eficiencia al encestar 7 de 8 tiros, destacándose especialmente en defensa como una poderosa y ágil muralla en la pintura. Mostrando las habilidades que le han otorgado el título de Mejor Defensor en hasta cuatro ocasiones, el francés ofreció una clase magistral sobre cómo manejar los duelos individuales y la defensa en el pick and roll. Por su parte, el equipo de púrpura y oro se rindió siete minutos antes del final, poniendo en cancha a los jugadores de la banca, después de haber sido incapaces de competir en un encuentro que los Timberwolves dominaban con un marcador de 56-44 al medio tiempo.
Los Lakers representan la fábula de la cigarra y la hormiga, lamentando ahora la falta de trabajo realizado durante el verano, mientras se acerca el invierno y sus posibilidades se van limitando. Los anuncios ruidosos sobre la llegada de Bronny James y la supuesta brillantez de un joven entrenador como el carismático y seguro JJ Redick han opacado un ruido de fondo que ahora resuena con fuerza. La posición en la clasificación -relativamente favorable con un 12-8 y ocupando el sexto lugar-, no genera tanta inquietud como los indicios que muestra el equipo.
Bronny, el día de su presentación junto a su entrenador, JJ Redick, y el gerente general de los Lakers, Rob Pelinka.
Sin una tercera estrella que podría haber sido Klay Thompson, los Lakers se ven forzados a sacar el máximo provecho de un LeBron que cumplirá 40 años el 30 de diciembre y de un Davis que siempre está en riesgo de sufrir una lesión. Cuando el dúo rindió por debajo de lo esperado ayer, los defectos crónicos del equipo de púrpura y oro se hicieron aún más evidentes, revelando un conjunto mediocre atrapado por su alarmante falta de puntería —solo un 19% anoche con un 6/31 en tiros—, un banquillo poco efectivo —con solo 16 puntos, excluyendo los segundos finales del partido—, y la constante necesidad de un respaldo para la Ceja, con un Christian Wood lesionado y un Jaxson Hayes que no logra alcanzar el rendimiento necesario, además de un Christian Koloko que sigue siendo inexperto.
Los Lakers se ven totalmente vulnerables cuando Davis no se encuentra en el campo, como lo indica la alarmante estadística que ofrece Redick: un índice defensivo de 117 con el pívot en juego, situándose entre los 10 peores de la NBA. Pero la situación empeora aún más al llegar a 126 cuando él está en el banquillo, lo que convierte a los de púrpura y oro, con gran diferencia, en la defensa más débil de la liga estadounidense. En comparación, los Wizards, los peores en este aspecto, tienen un índice defensivo de solo 118.
En Washington se halla una posible solución para los Lakers, con Jonas Valanciunas como opción para reemplazar a Davis, jugador que ya había llamado la atención durante el verano. Sin embargo, el equipo de Los Ángeles deberá mejorar su organización táctica primero, ya que ha sido golpeado repetidamente por los Wolves cada vez que los de Chris Finch lograban sacar a la Ceja de la zona pintada.
Gabe Vincent podría ser el protagonista principal de este posible intercambio, aunque ello dejaría aún más dudas sobre la posición del base, otro problema en el equipo de púrpura y oro que LeBron intenta solucionar como puede, dada la desorganizada gestión de Russell.
El hecho de que The King tenga que liderar el equipo está agotándolo, lo que lo aleja de otras responsabilidades y altera los planes de JJ Redick, quien desea que el ’23’ juegue más lejos del balón para aliviar su carga. El compañero de podcast de LeBron ha traído una energía renovada gracias a su buena relación con los jugadores y su enfoque dinámico en un ataque que a menudo se estanca al final, dejando al descubierto las debilidades del equipo. No es de extrañar que, en un comentario que refleja la frustración de los Lakers y que también describe la composición de su plantilla y su agitado verano, Redick – con su talento para encontrar términos precisos y llamativos propios de un podcaster – comentó sobre el ataque de su equipo: