Alerta por una poderosa tormenta solar: auroras boreales y otros efectos
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, conocida como NOAA, ha lanzado una advertencia sobre una tormenta geomagnética de alta intensidad que se espera que ocurra el viernes 10 de mayo. Este suceso podría causar grandes interrupciones en nuestra tecnología y estructuras hasta el domingo 12 de mayo.
Al principio se detectaron señales de una tormenta intensa (G4), pero más tarde se notaron señales de alerta G5, que es la máxima categoría en la escala de clasificación y se considera extremadamente peligrosa. El último hecho de magnitud extrema (G5) ocurrió durante las Tormentas de Halloween en 2003, donde las instalaciones eléctricas en Suecia y Sudáfrica fueron impactadas.
Se ha difundido un comunicado después de haber observado varias explosiones solares y expulsiones de masa coronal (CMEs) a partir del 8 de mayo, las cuales parecen estar apuntando hacia nuestro planeta.
La NOAA, por medio del Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC), que pertenece al Servicio Meteorológico Nacional, ha detectado un importante aumento de manchas solares que han generado diversas emisiones solares desde las 5:00 horas del miércoles 8 de mayo.
Se han identificado al menos cinco de estos destellos que se relacionan con CMEs que, se informa, están dirigiéndose hacia nuestro planeta. Estos sucesos son descargas de plasma y campos magnéticos desde la atmósfera del Sol que, al apuntar hacia la Tierra, provocan tormentas geomagnéticas.
El SDO de la NASA ha señalado cuatro llamaradas solares de alta intensidad en los últimos dos días, además de dos más durante el fin de semana pasado. Estas ocurren durante el punto más alto del ciclo solar de 11 años, que se espera que tenga lugar entre enero y octubre de este año.
Las imágenes en ultravioleta extrema muestran los picos de actividad solar que destacan el material de las llamas y su potencial riesgo debido a su intensidad y calor extremo.
La NASA lanzó el Observatorio Solar Dinámico (SDO) con el objetivo de explorar el Sol y las alteraciones en su comportamiento. Este satélite recopila información vital acerca de sucesos solares significativos, tales como erupciones solares y emisiones de masa coronal.
Los datos son esenciales para el Servicio Nacional de Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica. Su labor es estudiar la información y prever el clima espacial, así como advertir sobre probables consecuencias para la Tierra y el espacio circundante.
En consecuencia, el SDO y el SWPC colaboran, con el SDO proporcionando datos precisos acerca del comportamiento del sol y el SWPC utilizando dicha información para proteger y evitar que la sociedad y la infraestructura tecnológica sufran los efectos negativos del clima espacial.
Es complicado determinar con precisión los efectos que las tormentas solares pueden tener en nuestro planeta, pero podrían ser notables. Al ionizar la atmósfera superior, estas tormentas podrían perturbar señales satelitales y de radio, generando problemas en la comunicación y la navegación de gran envergadura. Aun más preocupante, si estas tormentas coinciden con desastres naturales como terremotos o tsunamis, las consecuencias podrían ser trágicas.
Las intensas tormentas solares pueden tener un impacto más allá de la tecnología, pues pueden generar corrientes eléctricas perjudiciales para las infraestructuras metálicas en la Tierra, afectando la red eléctrica y las vías ferroviarias. La exposición a niveles elevados de radiación durante estos eventos es también una gran preocupación para los pasajeros de aviones y el personal que trabaja en el espacio.
Según la Oficina de Meteorología de Australia, en situaciones de tormenta solar G5, como la que estamos viviendo actualmente, pueden aparecer auroras boreales en latitudes poco comunes. Se espera que este fin de semana se puedan ver auroras boreales en ciudades como Sydney y Perth.
En las últimas horas se han registrado avistamientos de auroras boreales en distintas ciudades de Alemania, Suiza, España y varias localidades de Estados Unidos.
El Sol, Inestable
Es importante considerar que el Sol es crucial para la supervivencia en la Tierra, aunque también puede ser peligroso debido a su falta de estabilidad. Cada una de las estrellas, de hecho, presenta estos problemas de inestabilidad, y algunos pueden ser aún más peligrosos que los que experimentamos aquí. Un ejemplo serían las superfulguraciones o supererupciones, que son explosiones extremadamente amplias en la superficie de una estrella.
Sucede que las estrellas emiten súbitamente torrentes de energía a largas distancias, lo cual es aún un misterio para los expertos. Estos eventos pueden ser detectados a cientos de años luz de distancia, y fueron avistados por los astrónomos por vez primera gracias al Telescopio Espacial Kepler, cuya misión inicial en 2009 era explorar planetas que giran en torno a estrellas lejanas a nuestro planeta.
Frente al aumento de dicha amenaza, es fundamental poseer pronósticos meteorológicos espaciales cada vez más detallados. Estos pronósticos pueden contribuir a reducir los efectos que podrían generarse y permitir una preparación acertada de nuestras infraestructuras y protocolos de emergencia. La planificación y la anticipación son elementos claves para hacer frente a estas condiciones espaciales inciertas, recalcar la relevancia de invertir en nuestra capacidad para prever y responder a estos acontecimientos naturales.
Inicialmente, se emitió este texto en fecha 10 de mayo de 2023, pero se ha renovado recientemente.