"Deseaba una malla gigante para aguantarlos a todos" Camarógrafo de Univision recuerda su cobertura del atentado a las Torres Gemelas
Acompañados por Orestes Téllez y Sofía Lachapelle, llegaron al epicentro del suceso para realizar una cobertura que transformaría sus vidas.
Veintitrés años después, Acosta evoca los instantes de horror que le correspondió vivir mientras cubría el atentado. Rememora que la emoción propia de su labor como camarógrafo lo impulsó a avanzar e intentar acercarse al epicentro del descontrol.
"Cuando experimentas algo intensamente y te apasiona lo que haces, encuentras una fuerza y una energía que proviene de la conciencia de que la vida es efímera", recuerda. "Al enfrentarte a un riesgo tan alto, si observas los videos, la gente se retiraba, mientras yo continuaba avanzando", relató.
Personas Saltando De Torres: Un Recuerdo Fuerte
Una de las experiencias que más lo impresionó fue captar con su cámara a las personas saltando al vacío desde las torres. El camarógrafo recuerda cómo, a través de su lente, pudo observar las expresiones de angustia en los rostros de quienes se lanzaban. En esos instantes, confiesa que deseaba "tener una red enorme" para poder salvaguardarlos a todos.
"Recordó que anhelaba poseer una red enorme para atrapar a todos ellos."
"Yo afirmo que he superado todo, pero la verdad es que cada vez que me acerco a la zona del atentado o lo recuerdo, tengo la sensación de que estoy volviendo a vivir aquella experiencia."
El denominado "más devastador ataque terrorista en occidente en la historia reciente" tuvo lugar el 11 de septiembre de 2001, cuando dos aviones de pasajeros fueron secuestrados por miembros de Al Qaeda y colisionaron contra las Torres Gemelas.
El ataque causó la muerte de cerca de 3,000 individuos, incluyendo a numerosos miembros de equipos de rescate que llegaron para asistir a los heridos.
Acosta, un inmigrante colombiano, evoca con lágrimas en los ojos a su colega de trabajo Orestes Téllez, quien perdió la vida a causa del cáncer.
"Lamentablemente, hemos perdido a un colega operador, Orestes Tellez. Estuvo con nosotros ese día y respiró más polvo que nosotros, inhaló ese aire contaminado, ese aire perjudicial para la salud", mencionó.
A pesar de haber vivido esta experiencia tan intensa, Acosta se siente afortunado por su trabajo como periodista y por los eventos que le ha correspondido reportar.
"Es una trayectoria complicada, hermosa y bastante arriesgada. Gracias a Dios, sigo con vida y no solo una vez: creo que hay un propósito para mi existencia. Superé el Covid, estuve presente durante la caída del vuelo 587 y el 11 de septiembre. Estoy convencido de que Dios me tiene aquí por una razón", finalizó.
