¡Que viva México!

En la antesala de las Fiestas Patrias, los habitantes de la ciudad se apiñaron en las calles y plazas, llenando los mercados públicos para dar inicio a las festividades y prepararse para su celebración mexicana. Mientras que algunos optaron por disfrutar la noche en casa, invirtiendo hasta 4 mil pesos en los preparativos de la cena, otros eligieron gastar hasta 66 mil en el alquiler de una habitación de hotel que incluía la cena en establecimientos cercanos al Zócalo de la capital.

En las familias de la ciudad, el pozole continúa siendo el platillo favorito para festejar, por lo que ayer abarrotaron los mercados públicos para conseguir los ingredientes necesarios para su elaboración. Con un presupuesto que varía entre mil 500 y 4 mil pesos, también incluyen una canastita de dulces típicos y un tequila o mezcal. Un ejemplo de esto es Verónica Ahumada, quien con lista en mano esperaba en la fila del local "Aquí es Atocpan", un pueblo de Milpalta famoso por sus moles, en el mercado público Portales.

Solo los siete kilos de maíz cacahuazintle que adquirió le costaron 350 pesos, a 50 cada uno; le faltaban la carne de cerdo, el chile guajillo, las hierbas aromáticas, cebolla y rábano, entre otros ingredientes. Aunque implica un gasto considerable, son compras que no se realizan con frecuencia.

Unos pasillos más adelante, en el local 407, Griselda Jetzabel García eligió la cabeza de cerdo que comprará para el pozole, a 80 pesos por kilo. Después de que la pesaron –cuatro kilos–, le solicita a su vendedora, doña Silvia Pérez, que por favor le quite los ojos y los dientes para que no la miren y no le hablen.

Este domingo deberá levantarse temprano, planea hacerlo a las 4 de la mañana, para empezar a preparar el maíz y la carne, los cuales cocina por separado ya que no le agrada el color oscuro que adquiere la carne al cocer la cabeza.

Para su madre, Elia Gómez, quien la acompañó, el día de la Independencia de México ha sido siempre una ocasión para festejar en su familia, aunque también trae consigo un sentimiento de nostalgia debido a la ausencia de muchas personas queridas.

No hay alojamiento en la área del Zócalo.

Debido a las celebraciones de septiembre, las reservas en hoteles y restaurantes del Centro Histórico están completas, algunas desde julio. Por esta razón, numerosos turistas no dudaron en desembolsar 30 mil pesos por un paquete para dos personas e incluso hasta 66 mil por una habitación para cuatro en el Gran Hotel de la Ciudad de México para los días 15 y 16.

Las calles estaban prácticamente intransitables. Familias enteras, parejas y grupos de amigos se acercaron para adquirir algún accesorio, ropa o decoraciones que usarían en la celebración del Grito de Independencia y en el desfile cívico-militar. En los comercios, el ambiente era festivo; el tradicional "Cielito Lindo" resonaba en más de un establecimiento, donde no faltaban los adornos.

Sin embargo, no solamente los compatriotas están de celebración; también hay extranjeros como el señor Aguirre, quien llegó de Miami con su esposa e hijos. Juntos exploraron el Centro en busca de una máscara del luchador Rey Misterio.