Sujeto que quemó viva a su mamá pasará el resto de su vida en la cárcel
Alejandro César Lacayo Noguera. LA PRENSA/Plataformas digitales.
Alejandro César Lacayo Noguera, de 44 años, fue sentenciado a cadena perpetua por haber incendiado a su madre, Magda de los Ángeles Noguera Vega, de 76 años.
Tu navegador no es compatible con el elemento de audio.
Alejandro César Lacayo Noguera, de 44 años, será condenado a prisión de por vida tras haber incendiado a su madre, Magda de los Ángeles Noguera Vega, de 76 años, el 18 de abril de 2024.
De este modo, lo determina la resolución emitida por el Juzgado Primero Especializado en Violencia de Managua, que impone una pena de prisión perpetua a Alejandro Lacayo por el crimen de parricidio.
Consulta igualmente: El imputado de haber incendiado a su madre pierde su coartada, ya que no presenta problemas mentales.
Una vez que Alejandro Lacayo cumpla 30 años de prisión, podrá presentar un recurso de revisión ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para solicitar la libertad condicional.
Alejandro Lacayo deberá cumplir su condena de prisión perpetua en la cárcel La Modelo de Tipitapa, donde ha estado recluido durante siete meses y 14 días, desde su detención.
Este caso de parricidio se manejó en un Juzgado Especializado en Violencia, ya que Alejandro Lacayo también enfrenta cargos por violencia intrafamiliar, un delito penado por la Ley 779, conocida como Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres.
Con la decisión de culpabilidad, la jueza María Fabiola Betancourt confirma que la Fiscalía logró probar en el juicio que Alejandro Lacayo agredió brutalmente a su madre, Magda Noguera, le echó alcohol y posteriormente le prendió fuego.
La agresión ocurrió el 18 de abril de 2024, cuando la afectada se encontraba en su hogar en Villa Fontana. Lamentablemente, ella perdió la vida el 4 de mayo del mismo año en el Hospital Fernando Vélez Paiz, tras 16 días de sufrimiento.
Lee también: Henry Niño presenta dos comprobantes de pago por pensión alimenticia a favor de su hija.
El motivo del parricidio fue que la anciana se negó a proporcionarle dinero al condenado, para que continuara consumiendo alcohol y drogas, según lo afirmado en la acusación del fiscal.
