Esos árbitros viajeros de la Premier
El sábado el Manchester City sufrió una derrota en su visita al Wolverhampton, lo que significó su primer revés en esta temporada de la Premier después de obtener seis victorias seguidas. Si el Liverpool ganaba su encuentro ante el Tottenham, se hubiera colocado en primer lugar, ya que lo seguía y lo sigue a dos puntos. Desafortunadamente, el Liverpool también perdió en una circunstancia desesperante: el gol de la victoria del Tottenham llegó en el minuto 94, cuando el Tottenham estaba jugando con nueve jugadores debido a dos expulsiones. El gol lo marcó Gakpo, del Liverpool, en propia meta. Sin embargo, lo que más molesto al Liverpool fue la anulación por fuera de lugar de un gol de Luis Díaz, asistido por Salah, en la primera mitad. El gol parecía ser perfectamente legal.
En el minuto 34 se produjo un gol que habría dado la ventaja 0-1, el cual fue validado y luego se disculpó por el PGMOL, el órgano similar al CTA en nuestro país. El VAR no detectó el error y no se trazaron líneas. El juez anuló el gol tras la sugerencia del asistente y ahí terminó la situación. Se podría decir que "errare humanum est", pero ayer, "The Times" señaló que los dos árbitros que tomaron la decisión previamente habían sido designados en un partido en Emiratos Árabes hace dos días, por lo que puede haber sido afectados por el cambio de hora y el cansancio. Esta información puede dar lugar a sospechas malintencionadas.
El equipo de fútbol City es propiedad de los Emiratos Árabes Unidos, por lo que los árbitros que dirigieron el partido podrían estar siendo sobornados por el dueño del club. Es posible que esto sea un acto exagerado, pero hay rumores sobre este tema en la ciudad y no solo en Liverpool. Este hecho pone en problema al PGMOL, cuyo líder es el mismo Howard Webb que no vio la patada de De Jong a Xabi Alonso durante la final del mundial. Es loable que el PGMOL admita el error y se disculpe, cosa que el CTA no haría, pero es un desastre que permita que sus árbitros se busquen sobresueldos y afecten su cansancio y credibilidad. Los árbitros deben ser honrados y aparentar serlo.
