Juan Aldama registra temblor de magnitud 4.6
Un sismo de magnitud 4.6 se detectó cerca de Juan Aldama a las 19:11 hora central (1:11 UTC) del 19 de septiembre, según informó el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
Datos iniciales indican que el epicentro del temblor se localizó a 37 km al noreste de la ciudad en el estado de Zacatecas, con una profundidad de 10 km.
En caso de un sismo significativo, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) aconseja evitar caer en la desinformación y los rumores, y sugiere obtener información únicamente de fuentes oficiales, como las autoridades de Protección Civil a nivel local, estatal y federal.
Después de un sismo, inspecciona tu casa en busca de posibles daños. Utiliza tu teléfono móvil únicamente en caso de emergencia, y evita encender cerillos o velas hasta estar seguro de que no hay fugas de gas. Ten en cuenta que pueden ocurrir réplicas del temblor, así que es fundamental que te mantengas atento.
Asimismo, puedes llevar a cabo las siguientes acciones antes de un sismo: elabora un plan de emergencias, participa en ejercicios de evacuación, señala las áreas seguras en tu hogar, escuela o lugar de trabajo, y organiza una mochila de emergencia.
En caso de un temblor, mantén la tranquilidad y dirígete a un lugar seguro, alejándote de cualquier objeto que pueda caer. Si te encuentras dentro de un vehículo, detente y mantén distancia de edificios, árboles y postes. Si estás en la costa, retírate de la playa y busca refugio en áreas elevadas.
No es la primera ocasión en la que México enfrenta un impacto de este tipo por parte de la naturaleza. Su ubicación geográfica lo expone de manera continua a experimentar este tipo de fenómenos. De hecho, en 1985 y en 2017, ocurrieron terremotos que dejaron una devastación significativa en el país. Aunque estos dos eventos son los más recordados hoy en día, no son los que han tenido la mayor intensidad en su suelo.
El sismo más potente documentado en la historia del actual territorio mexicano tuvo lugar el 28 de marzo de 1787, durante el periodo de la colonia española. Su epicentro se localizó en Oaxaca y presentó una magnitud de 8.6. Este fenómeno no solo hizo que la tierra temblara de manera extraordinaria, sino que además generó un tsunami que penetró hasta 6 kilómetros en el interior del continente.
Especialistas del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) advierten que es probable que se repitan eventos similares en un futuro cercano. Estas afirmaciones provienen de un análisis realizado en 2009 que tenía como objetivo examinar el suceso mencionado. En ese momento se destacó la posibilidad de que se produjeran terremotos de magnitud comparable en las costas de México y Centroamérica. Esto se debe a que esa área presenta un alto potencial para fenómenos geológicos, dado que se encuentra situada en la conocida como Brecha de Guerrero.
Sin embargo, terremotos de menor intensidad también pueden causar daños significativos. Un claro ejemplo de esto son los sismos ocurridos en 1985 y 2017. En esas ocasiones, la vida de los habitantes de la Ciudad de México se alteró profundamente, mientras que tanto el Gobierno como los ciudadanos se unieron en la tarea de levantar edificios e infraestructura dañada.
El 19 de septiembre de 1985 ocurrió un sismo de magnitud 8.2, con el epicentro ubicado en el estado de Guerrero. Eran las 07:19 horas locales (13:19 UTC). En ese momento, se creyó que no se registrarían más terremotos de esa magnitud, sin embargo, un evento similar tuvo lugar precisamente 32 años después.
El terremoto de 2017 tuvo lugar entre los estados de Puebla y Morelos a la 1:14 PM, hora del centro (18:30 UTC). El número de víctimas mortales llegó a 369.
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