Sismo en México: temblor magnitud 4.2 en Mapastepec
Un temblor ocurrió en Mapastepec a las 10:49 am hora local (16:49 UTC) el 5 de agosto, con una intensidad de 4.2 y una profundidad de 15 km.
Según datos preliminares del Servicio Sismológico Nacional (SSN), el epicentro del temblor se localizó a 73 km al suroeste de la ciudad, en el estado de Chiapas.
En caso de un terremoto significativo, el Cenapred insta a evitar propagar noticias falsas y rumores, y a buscar información solo en fuentes confiables como las autoridades de Protección Civil a nivel local, estatal y federal.
Después de un temblor, verifica tu hogar en busca de posibles daños, utiliza tu teléfono móvil solo en situaciones de emergencia, no enciendas fósforos o velas hasta que te asegures de que no haya fugas de gas y ten en cuenta que pueden ocurrir réplicas del terremoto, por lo que es fundamental que estés alerta.
Igualmente, es recomendable tomar precauciones antes de un sismo: elaborar un plan de emergencia, asistir a simulacros de evacuación, ubicar áreas seguras en el hogar, escuela o trabajo, y tener lista una mochila de supervivencia.
En caso de un terremoto, es importante mantener la serenidad y permanecer en un lugar protegido, alejándose de objetos que puedan caer. Si estás conduciendo, detén el vehículo y evita acercarte a edificios, árboles y postes. Si te encuentras en la costa, aléjate de la playa y busca refugio en zonas elevadas.
México se sitúa en una región con una intensa actividad geológica, lo que lo pone en peligro constante de sufrir terremotos. Ejemplos de esto son los temblores ocurridos en 1985 y 2017, que generaron importantes destrozos. A pesar de esto, no han sido los más devastadores en la cronología del país, aunque sí se recuerdan con facilidad tanto por los habitantes locales como por los extranjeros.
El 28 de marzo de 1787, la ciudad colonial de Oaxaca fue sacudida por el terremoto más poderoso jamás registrado en lo que ahora es México. Con una intensidad de 8.6, fue seguido por un tsunami que llegó 6 kilómetros tierra adentro.
El Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES) no considera este evento como un hecho aislado, sino que alerta sobre la posibilidad de que el país pueda enfrentar situaciones similares en un futuro próximo. En los estudios realizados en 2009 para analizar este evento, se determinó que existe la posibilidad de que se produzcan terremotos de gran magnitud en la región situada entre las costas de México y Centroamérica, específicamente en la Brecha de Guerrero. En este área, hay un alto potencial geológico que podría desencadenar catástrofes de gran escala.
Incluso los sismos de menor intensidad pueden causar grandes daños. Un ejemplo de esto fueron los temblores ocurridos en 1985 y 2017. En esos momentos, la vida de los habitantes de la Ciudad de México se vio alterada, mientras las autoridades y la población en general trabajaban en la reconstrucción de edificios y de la infraestructura.
El sismo del 19 de septiembre de 1985 tuvo lugar a las 7:19 de la mañana hora local (13:19 UTC) con una intensidad de 8.2 y su epicentro en Guerrero. Tras ese devastador evento, muchos creyeron que no volvería a ocurrir algo similar. Sin embargo, exactamente 32 años después, sucedió de nuevo.
El terremoto de 2017 ocurrió en los estados de Puebla y Morelos a las 13:14 hora local (18:30 UTC). Hubo un total de 369 personas fallecidas.
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