Sismo en México: temblor magnitud 4.3 en Mapastepec

Temblor

Un sismo de intensidad 4.3 y a una profundidad de 15 kilómetros sorprendió a los residentes de la localidad de Mapastepec a las 13:56 horas del horario del centro (19:56 UTC) el 5 de agosto.

Según datos preliminares del Servicio Sismológico Nacional (SSN), el temblor se originó a 120 km al suroeste de la localidad mencionada en el estado de Chiapas.

En caso de un fuerte movimiento sísmico, el Cenapred insta a la población a evitar difundir rumores o desinformación, y a buscar información solo en fuentes confiables como las autoridades de Protección Civil a nivel local, estatal y federal.

Después de un temblor, es importante inspeccionar tu casa en busca de posibles daños, limita el uso del teléfono móvil a situaciones de emergencia, evita encender fósforos o velas hasta estar seguro de que no hay fugas de gas y ten en cuenta que es posible que se produzcan réplicas, así que hay que permanecer atento.

Además, es recomendable tomar estas acciones antes de un terremoto: elaborar un plan de protección civil, participar en simulacros de evacuación, identificar áreas seguras en el hogar, la escuela o el trabajo y tener lista una mochila de emergencia.

En caso de un terremoto, mantén la tranquilidad y busca un lugar seguro para resguardarte, evita estar cerca de objetos que puedan caerse. Si te encuentras en un vehículo, detente y aléjate de edificios, árboles y postes. Si estás en la costa, alejate de la playa y busca refugio en zonas elevadas.

En México es común experimentar este tipo de situaciones, ya que el país se encuentra en una región con mucha actividad sísmica. Es importante recordar los impactos devastadores de los terremotos de 1985 y 2017, que causaron mucho daño en todo el país. A pesar de eso, hay registros de movimientos telúricos aún más catastróficos en la historia de México.

En la época colonial, se produjo el terremoto más potente registrado en la historia de lo que ahora es México. Fue el 28 de marzo de 1787, con epicentro en Oaxaca y una magnitud de 8.6. La sacudida fue tan intensa que no solo hizo temblar la tierra, sino que también generó un tsunami que llegó hasta 6 kilómetros tierra adentro.

Según el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), no se trata de un hecho aislado, ya que existe la posibilidad de que el país se enfrente a una situación similar en un futuro cercano. En un estudio realizado en 2009 para analizar el evento mencionado, se llegó a la conclusión de que podrían ocurrir terremotos de una magnitud parecida en la región comprendida entre las costas de México y Centroamérica. En la Brecha de Guerrero, se ha identificado un gran potencial geológico que podría provocar catástrofes de gran magnitud.

Incluso los sismos de menor intensidad pueden causar graves daños. Un claro ejemplo de esto son los terremotos ocurridos en 1985 y 2017. En esos momentos, la población de la Ciudad de México se vio afectada, mientras las autoridades y los ciudadanos trabajaban juntos para reconstruir edificios e infraestructura.

El terremoto del 19 de septiembre de 1985 tuvo lugar a las 7:19 de la mañana hora local (13:19 UTC) con una intensidad de 8.2 y con el epicentro ubicado en el estado de Guerrero. Tras ese sismo, muchos creían que no volvería a suceder algo similar. Sin embargo, exactamente 32 años después, se repitió.

En el año 2017, ocurrió a la 13:14 hora local (18:30 UTC), con epicentro en una región ubicada entre los estados de Puebla y Morelos. En ese momento, el número de personas fallecidas alcanzó las 369.

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