'The Idol' es una magnífica serie de terror

5 Jun 2023
The Idol

En The Idol, de Sam Levinson, el estrellato engendra miseria. Una cantante tipo Britney llamada Jocelyn –que atrae a los paparazzi con la misma fuerza que a sus fans– se prepara para su regreso tras la crisis emocional sufrida el año anterior por la pérdida de su madre en plena gira mundial. Ahora, su gente está ansiosa por recuperar lo perdido. Las coreografías deben ser más sexis que nunca, la portada del álbum debe mostrarla casi desnuda y su equipo está dispuesto a todo –ya sea encerrar en el cuarto de baño al coordinador de intimidad del rodaje– para conseguir su objetivo.

Ahí nos coloca The Idol al principio del primer episodio, en una visión un tanto desconcertante de lo que la industria musical hace con las mujeres jóvenes, totalmente desprotegidas ante la explotación. La nueva serie de HBO –fruto de "las mentes enfermas y retorcidas" (según nos anuncia el primer tráiler) de Levinson, creador de Euphoria, y Abel "The Weeknd" Tesfaye– dominará sin duda la conversación de los lunes por la noche en las redes sociales tras el lanzamiento de cada uno de sus episodios. En vísperas del estreno mundial de sus dos primeros episodios en el Festival de Cannes, no se hablaba de otra cosa.

Vulnerable y versátil tras su fachada de it girl, Lily-Rose Depp interpreta a Jocelyn con brillantez en todos los niveles de su escala emocional, ya sea sollozando al final de la ardua grabación de un videoclip o contoneándose extasiada en un club. Pero en el Hollywood escabroso y seductor de The Idol (filtrado por el director de fotografía Arseni Khachaturan, recién llegado de Hasta los huesos, de Luca Guadagnino), siempre hay alguien dispuesto a aprovecharse. El personaje de Tesfaye, un intrigante empresario de discotecas llamado Tedros, que le echa el ojo en la pista de baile, decide que puede convertirla no solo en una estrella, sino en su estrella. Ella cae en sus asfixiantes garras y en una relación que ella confunde con amor pero que desde fuera reconocemos como maltrato (Tedros es tan intencionadamente repulsivo que las escenas de sexo entre ellos, aunque bastante explícitas, no tienen nada de erótico). Pocas personas, aparte de la mejor amiga y ayudante de Jocelyn, Leia –el Pepito Grillo de la serie que interpreta una excelente Rachel Sennott– y su director creativo, Xander –un solvente Troye Sivan–, parecen ver realmente la verdadera cara de la artista.

Que The Idol pase a la historia como un fiasco misógino disfrazado de superproducción o como una reveladora descripción de las aterradoras trampas de la fama dependerá probablemente de con quién se hable. El público que se enamoró de Euphoria –otra serie sobre los posibles horrores de la juventud– probablemente sentirá lo mismo por esta serie. Estamos ante el nuevo envite de una televisión insolente y provocadora que consigue exactamente lo que se propone: dar que hablar.

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