¿Tienes sueño? Esto dice la UNAM sobre tomar siestas

UNAM

Según Yereth Torres Damián de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM, ilustres científicos como Einstein y prominentes políticos como Winston Churchill solían incluir siestas breves en su día a día. Esto no solo mejoraba su estado de salud, sino que también ayudaba en la toma de decisiones más acertadas.

UNAM - Figure 1
Foto Aristeguinoticias

Dormir la siesta, que es un breve descanso durante el día, puede ser muy provechoso si se hace correctamente.

La experta aconseja que la siesta no supere los 30 minutos para evitar adentrarse en un sueño profundo. También indica que la franja horaria ideal para la siesta es de 1 a 3 de la tarde, ya que en este período disminuye la alerta.

Además, para lograr una buena calidad de sueño durante la siesta, es recomendable elegir un lugar confortable, libre de contaminación lumínica y acústica, a fin de evitar distracciones.

La académica resaltó diversos provechos, tales como la mejora cognitiva, la disminución del tiempo de respuesta, la potencialización de la memoria a corto plazo y la elevación del estado de ánimo. Dicho descanso breve permite que las personas se sientan más vivas y atentas.

No obstante, tal como ocurre con cualquier costumbre, es crucial tener disciplina para añadir una siesta en la agenda diaria, ya que adherirse a un horario estricto es fundamental.

UNAM - Figure 2
Foto Aristeguinoticias

Sin embargo, Torres Damián alerta acerca de la probable letargia del sueño, la cual se presenta como una sensación de somnolencia al despertar, lo que podría resultar en una conducta torpe.

Además, es importante destacar que no todos pueden tomar una siesta, ya que esto podría aumentar el peligro para el corazón. Por lo tanto, se recomienda hacerlo solo si se siente fatigado, si se ha tenido un día ocupado o se planea hacer actividades hasta tarde en la noche.

Es esencial determinar qué pacientes se benefician de tomar siestas, según la especialista. Algunos estudios desaconsejan esta práctica en personas mayores de cinco años.

Investigaciones adicionales apuntan a que la costumbre de dormir siestas largas y recurrentes puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades como el Alzheimer o demencia en las personas mayores. Torres Damián indica que esto podría vincularse con la reducción en el número de neuronas que albergan la proteína tau, esencial para mantener una alerta consistente.

Si los pacientes aumentan de manera repentina sus siestas durante el día, conviene que soliciten la atención de un médico para ser evaluados y poder solventar cualquier eventualidad en su salud. La UNAM recalca lo relevante que es tomar una siesta, aunque hay que tomar medidas preventivas para mantener la salud y el bienestar.

Leer más
Noticias similares
Los noticias más populares esta semana