Mi relación con la UNAM
En mi opinión, la UNAM es la entidad más importante y prestigiosa que mantiene y protege los principios de nuestra cultura. Espero que la Fundación UNAM establezca una mejor comunicación con los graduados mediante el uso de tecnología moderna. Yo soy un egresado de la generación del 60 y todavía mantengo relaciones amistosas con mis compañeros de la universidad.
Tengo que reconocer que mi formación académica ha tenido un papel fundamental en la persona que soy hoy en día. La elección de estudiar ingeniería civil me ha brindado la oportunidad de adquirir habilidades en el área de planificación, gestión de costos y dirección de proyectos.
Durante mi etapa universitaria, desempeñé el puesto de subdirector de Información en la Biblioteca Nacional. Tras finalizar mi carrera, ejercí durante nueve años como jefe de la sección de Educación Continua en la Facultad de Ingeniería. Más tarde, recibí una propuesta para trabajar con el Colegio de Ingenieros Civiles de México, lo que me permitió involucrarme por completo en el ámbito de la Ingeniería Civil, conocer a los grandes expertos tanto del sector público como privado.
En la década de los 70 me uní a PEMEX mientras cursaba una maestría en Planeación, lo cual me brindó la oportunidad de poner en práctica mis conocimientos. Durante ese periodo, asumí la responsabilidad de elaborar el primer "Catálogo de conceptos de obras de PEMEX", el cual sigue siendo vigente y facilita la adjudicación de trabajos en base a criterios cuantitativos, distribuyendo los riesgos de acuerdo con el progreso de las distintas fases de preparación del proyecto.
De forma anecdótica, recuerdo cuando visité al subsecretario de Comunicaciones y Transportes para compartir con él sobre los beneficios de aplicar la ingeniería de costos a todas las construcciones. Él me dijo algo que nunca olvido: "Si los políticos conocieran el costo real de las obras, nunca las aprobarían". Un empleado de PEMEX también me enfatizó que "las obras tienen su costo y se terminan cuando se terminan". Quizás estas actitudes son las que siguen contribuyendo a los elevados costos y retrasos en la construcción de hoy en día.
En el año 1977, ingresé al ámbito de la consultoría, y más tarde, en 1985, fundé mi propia compañía llamada Desarrollo Tecnología y Planeación S.A. de C.V., la cual es más conocida como DTP Consultores. Me considero un apasionado de los Pumas.
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