Un padre frente a la cadena perpetua: su hijo de 6 años murió tras obligarle a correr porque estaba "muy

Mirando fijamente con un semblante impasible y sin mostrar ninguna emoción, Christopher Gregor ha visto el video que fue presentado como evidencia en el juicio en el que enfrenta cargos por el asesinato de su hijo de seis años. En el video se muestra cómo obligó al niño a correr a alta velocidad en una cinta sin detenerse, afirmando que el niño estaba "demasiado gordo". Este abuso ocurrió en 2021, apenas 12 días antes de la muerte del niño por abuso crónico. Ahora, tres años después, Gregor se enfrenta a una posible sentencia de cadena perpetua en un juicio en Nueva Jersey.

Como se puede ver en las imágenes, las pequeñas piernas del hijo no son capaces de aguantar la velocidad de la cinta en ningún momento y se cae. A pesar de esto, su padre aumenta la velocidad y la inclinación de la pista. Corey, que es delgado, se cae de nuevo, pero su padre lo levanta por la fuerza varias veces y lo coloca de inmediato en la máquina. El abogado defensor, Mario Galluci, ha declarado que Gregor llega a recoger al niño del suelo "hasta seis veces".

Durante el juicio se ha podido comprobar que se trató de un acto sin justificación alguna que hizo sufrir al pequeño durante 10 minutos. Tras ver el impactante vídeo, la madre observó las lesiones de su hijo y mantuvo una conversación con el padre. Breanna Micciolo, progenitora del niño fallecido, ha relatado que recibió una llamada del padre en la que le pedía que se llevara al pequeño a casa en lugar de llevarlo al hospital. No obstante, ella insistió en la importancia de investigar el posible abuso infantil y esto desencadenó una discusión verbal durante la cual fue atacada.

Durante el juicio, Breanna experimentó una tormenta de lágrimas al revivir los momentos extremadamente difíciles que tuvo que pasar con su hijo. El pequeño le había informado de la incomodidad que sentía: somnolencia, vómitos y dolor en las piernas, y le había pedido su tarjeta de seguro médico. Desafortunadamente, según la autopsia, el niño murió por lesiones muy graves después de años de presunta violencia. La fiscal Jamie Scharon declaró que, en general, un niño de seis años sano no muere repentinamente sin una razón justificada.

En la actualidad, tras transcurrir tres años desde la pérdida del pequeño Corey, su progenitor se enfrenta a la condena de cadena perpetua por el delito de homicidio.