No caigamos en el falso debate sobre si la Major League Soccer es más o menos que la Liga MX; lo importante no radica en ello, sino en que la competitividad de los equipos mexicanos se exprese en la cancha imponiéndose, tal como ahora lo hizo el Club León.
Después del papelón de Pumas en la Final de la temporada pasada ante Seattle Sounder, le viene bien al futbol mexicano ganar la actual y haciéndolo ante un equipo con jerarquía y calidad; la presencia de Carlos Vela resultó anecdótica, pero no le quita lo crack que es.
El triunfo se disfruta; sin embargo, el problema del calendario no se acaba de resolver; hace cuatro semanas el Club León fue eliminado del Torneo Clausura 2023 y a esta serie llegó sin ritmo futbolístico, así lo admitieron sus jugadores y aún así la sacaron adelante con solvencia.
Por fortuna, con la llegada del campeón 30 de la Concacaf se acaba el formato actual, porque será reformado y esperemos que contemple el timing, para que los competidores lleguen en igualdad o similitud de condiciones. Sería lo más sano y agregaría espectacularidad a un torneo necesario para la región.
El último título de la región ha sido entregado y se lo queda un equipo al que le hacía falta este trofeo de la Concacaf en la vitrina; además es la justa recompensa también a un técnico que aún tiene un largo camino por andar: el primero de Nicolás Larcamón y qué bueno.
Da gusto enorme presenciar la coronación de un equipo mexicano, con boleto incluido al Mundial de Clubes de la FIFA.
Enhoranbuena, Esmeraldas.
