La nueva medicina del Homo genius
El funcionamiento de la vida está codificado en el ADN de múltiples seres vivos con los que coexistimos en la Tierra. Gracias a los impresionantes avances en la secuenciación genómica, cada vez contamos con un mayor número de datos respecto al código de la vida. Esto implica una gran cantidad de información que todavía requiere ser interpretada acerca del funcionamiento de dicho código, y al mismo tiempo, la inteligencia artificial (IA) también tiene un papel central en estos avances continuos.
Estamos observando actualmente cómo las técnicas de Aprendizaje Automático están produciendo modelos de alta confiabilidad que generan información predictiva a través de la comparación de datos de personas con y sin ciertas patologías. Esta información es de gran valor para diagnósticos médicos. Las matemáticas desempeñan un papel importante en este proceso, al entrenar y ajustar funciones para predecir si se tiene o no una enfermedad.
Asimismo, los métodos apoyados en una inteligencia artificial que pueda ser explicada, junto con una base conceptual y ontológica precisa, proveen un entendimiento explícito que clarifica el fundamento de un diagnóstico predictivo. Esto se refiere a la capacidad del modelado conceptual que nos da la habilidad de comprender el mundo real.
La Inteligencia Artificial (IA) emplea conocimientos tanto predictivos como explicativos para beneficiar a las avanzadas plataformas de software utilizadas en el diagnóstico clínico y la selección correspondiente de tratamientos en la medicina moderna. Se utilizan modelos predictivos creados por medio de técnicas de Machine Learning para pronosticar la presencia de cáncer. Además, también habrá modelos con IA que explicarán la razón del diagnóstico. Todo ello en sintonía con la medicina genómica de precisión, la cual ha sido posible gracias a las recientes mejoras en los mecanismos de edición genética, capaz de corregir las fallas genómicas que causan diferentes enfermedades.
El avance científico nos permite predecir el cáncer, entender sus causas y corregirlas desde su origen. En épocas pasadas, estos procesos eran asociados a la magia o la religión, pero ahora la ciencia los aborda con seriedad. En todo el mundo, se llevan a cabo numerosos proyectos que se enfocan en estas investigaciones. Cada día, se profundiza en el conocimiento de los errores que causan estas enfermedades, así como en las instrucciones del lenguaje de programación de la vida que explican ciertos comportamientos. Además, podemos entender cómo ciertas características de una persona están asociadas a la configuración de su código genético.
El proceso implica una amplia variedad de roles, que incluyen genetistas, expertos clínicos, ingenieros de software, científicos de datos, biólogos, bioinformáticos, biotecnólogos, antropólogos y filósofos. Todos estos profesionales trabajan juntos en un esfuerzo científico increíblemente extenso y multidisciplinario, donde cada uno aporta sus habilidades específicas. Es un esfuerzo colaborativo en el que todos son necesarios, pero ninguno tiene la capacidad de hacerlo solo.
Con todo, como seres humanos, hemos de comprender que solo a través de la colaboración y el compromiso solidario de todos los implicados podremos avanzar y lograr el ansiado cometido de convertirnos en Homo genius. Esta nueva etapa nos permitirá descifrar el complejo código vital, comprenderlo y hasta influir en él.
La tarea es emocionante, pero también conlleva peligros notorios. Todos somos responsables de conocerlos y prevenirlos. En este momento crucial, tenemos la oportunidad de elegir qué tipo de humanidad deseamos y, por lo tanto, asumimos una gran responsabilidad histórica. Por lo tanto, no es exagerado afirmar que estamos ante una nueva era del "Renacimiento", que transformará a nuestro Homo sapiens en un Homo genius.
La medicina personalizada y precisa sería un gran avance en la historia de la humanidad. Nuestro código genético es único y adaptar los tratamientos a nuestras particularidades es lo más preciso que podemos hacer. Este desafío es nuestro y nos presenta una manera diferente de entender la medicina después de siglos de práctica. En estos tiempos emocionantes, también es necesario que la ética responda a estos nuevos planteamientos.
Si consideramos que somos la especie más evolucionada, tenemos una enorme responsabilidad ética con nuestro planeta, que consiste en utilizar todo el conocimiento innovador a nuestro alcance para crear un mundo mejor. Debemos acoger con agrado la llegada del Homo genio que se vislumbra, pero lo más importante es dar ese gran paso en beneficio de toda la humanidad.
